Además de brindar paz interior, la meditación puede ayudarnos a calmar la ansiedad y eliminar el estrés diario. Cualquiera puede practicarla, dondequiera que esté: caminando, de camino al trabajo, esperando una cita médica, etc.
Al practicar esta medicina complementaria, el objetivo es centrar nuestra atención y eliminar el flujo de pensamientos confusos que sobrecargan nuestra mente y nos causan estrés , permitiéndonos alcanzar un mayor bienestar físico y emocional.
Beneficios emocionales de la meditación
- Ayuda a obtener una perspectiva más optimista ante situaciones estresantes;
- Aumenta nuestra autoconciencia;
- Esto nos ayuda a centrarnos en el presente;
- Reduce las emociones negativas;
- Esto nos hace más tolerantes;
- Esto aumenta nuestra creatividad.
Una meditación de 20 minutos para calmar la ansiedad
El sitio web mindful.org sugiere una meditación de Bob Stahl para comprender las causas de la ansiedad y ayudarte a superarla. Toma nota de los pasos a continuación.
1. Comienza por reconocer lo que sientes en este momento.
Dedica unos minutos a intentar comprender cómo te sientes en el momento. Presta atención a todo lo que está en tu consciencia. No hay nada que necesite analizarse ni resolverse. Solo necesitas permitirte estar presente en esta experiencia.
2. Concéntrese en su respiración.
Concéntrate en tu respiración. Siente conscientemente cada inhalación y exhalación. Concéntrate en el aire que entra y sale. Si tu mente divaga, intenta comprender adónde quiere ir y luego vuelve a concentrarte en tus inhalaciones y exhalaciones.
3. Reflexiona sobre una experiencia específica.
Reflexiona sobre una experiencia específica en la que sentiste ansiedad. Recuerda la situación con detalle, evocando parte de esa emoción en el momento presente.
Mientras imaginas vívidamente todo esto, sintiendo cada detalle, presta atención a cómo sientes la ansiedad en tu cuerpo. Siente y reconoce cualquier sensación física que experimentes y déjala fluir, sin alterarla.
4. Siente todo lo que tengas que sentir.
Ahora, siente cualquier emoción que surja: ansiedad, miedo, tristeza, ira, confusión, etc. Al igual que con las sensaciones físicas, reconoce cómo se sienten estas emociones, sin preocuparte por analizarlas ni descifrarlas. Todo lo que surja en esta práctica es parte de la vida y natural.
Ser consciente puede intensificar la ansiedad, pero esta intensidad disminuirá a medida que te abras y reconozcas lo que estás experimentando. Reconocer la ansiedad en lugar de rechazarla es, en sí mismo, sanador.
5. Fase de liberación.
Al reconocer tus sensaciones y emociones, estas pueden evocar una serie de recuerdos, pensamientos, sentimientos y experiencias físicas que pueden haber creado creencias limitantes sobre la persona que crees ser. Puedes empezar a ver con mayor claridad estos viejos patrones de condicionamiento que alimentaban tu ansiedad. Esta comprensión puede liberarte, haciéndote sentir más libre de lo que jamás imaginaste.
6. Transición a la respiración nuevamente.
Ahora, regresa gradualmente a tu respiración, inhalando y exhalando conscientemente. Luego, traslada tu atención de la respiración a la sensación en tu corazón. Tómate un tiempo para sentir autocompasión, reconociendo tu valentía al lidiar con la ansiedad. De esta manera, esta emoción puede convertirse en tu maestra, ayudándote a abrir tu corazón a una mayor sabiduría, compasión y tranquilidad interior.
Cuando estés listo para terminar esta meditación, felicítate por tomarte el tiempo para meditar y sanar. Luego, abre lentamente los ojos y regresa a tu presencia en el entorno que te rodea.
Fuentes: Mayo Clinic y MINDFUL.ORG