Los ciclos menstruales pueden durar entre 28 y 34 días. Durante este ciclo, los alimentos y bebidas que consumimos, así como nuestro estilo de vida, son indicadores de cómo nos afectarán la menstruación y el síndrome premenstrual (SPM).
Comprender nuestro ciclo menstrual puede ser un conocimiento clave para que podamos comenzar a realizar cambios simples que nos lleven a tener períodos más felices y saludables.
Según Julie Von, médica estadounidense especializada en fertilidad, este ciclo ejemplifica la complejidad y la belleza del cuerpo femenino. Cuando se define con claridad, proporciona un lenguaje funcional y comprensible para diagnosticar posibles desequilibrios hormonales.
Una forma holística de ver el ciclo menstrual
Seguramente has oído que las mujeres, como la naturaleza, somos cíclicas. Esto podría significar que cada fase de nuestro ciclo tiene una influencia específica y directa en cómo nos sentimos, pensamos y actuamos.
Nuestras percepciones se ven influenciadas por nuestra relación con la Naturaleza. Numerosos principios, basados en influencias celestiales y terrestres, describen la conexión entre los procesos corporales del ser humano y un proceso universal mayor que gestiona todos los movimientos energéticos (por ejemplo, el ciclo lunar puede influir en el ciclo menstrual).
Desde una perspectiva de la medicina oriental, existe una conexión entre la influencia de la Luna y el ciclo menstrual femenino. En su sitio web , Julie Von explica que la Luna influye en el flujo de energía por nuestro cuerpo, controlando nuestros patrones de fertilidad y afectando nuestro estado psicológico y emocional.
La Luna y el ciclo menstrual
La Luna está conectada con lo que nutrimos o sanamos, según la energía específica de cada fase. Existen teorías que sostienen que menstruar durante la Luna Menguante, por ejemplo, podría indicar que algún aspecto de nuestra infancia o nuestro niño interior se está purificando, y que, a la inversa, menstruar durante la Luna Nueva podría simbolizar la sanación de aspectos subconscientes. Sin embargo, no existe evidencia científica concluyente que confirme estas posibilidades. La mejor manera de comprender el significado de cada fase de la Luna es observarse a uno mismo y prestar atención a cualquier manifestación externa que pueda surgir.
Miranda Gray, guía espiritual británica, cree que es importante que todas las mujeres sepan en qué fase de su ciclo menstrual se encuentran, planteándose preguntas y tratando de comprender cómo esto podría estar afectando sus sentimientos actuales. El objetivo es ser conscientes de los cambios de humor que ocurren a lo largo del mes para comprender nuestras verdaderas necesidades.
Actuar según las fases
Es importante prestarnos más atención y reconocer nuestras debilidades y fortalezas a medida que profundizamos en los ciclos de nuestro útero. Mediante este acto de amor propio, podemos usar nuestra energía de forma más sabia y eficiente:
- En la fase preovulatoria, comienza tus proyectos, ya que es cuando tu energía está más concentrada;
- Durante la fase ovulatoria, esté presente para los demás, ya que su estado de ánimo será más propicio para expresar emociones;
- En la fase premenstrual, finaliza tus proyectos (es el final de un ciclo);
- Por último, durante tu periodo, aprovecha para descansar, meditar y relajarte.
Libérate y haz las paces con tu ciclo.
Cada vez que menstruamos y entramos en contacto con nuestra sangre menstrual, tenemos la oportunidad de cultivar y fortalecer nuestra relación con nosotras mismas. Es una oportunidad para observarnos y aumentar nuestra autoconciencia.
Al comprender verdaderamente el ciclo femenino, comprenderás tus emociones y reconocerás múltiples facetas y personalidades dentro de ti. Esta comprensión y aceptación permitirá que tu cuerpo refleje este cambio: aliviando los cólicos, reduciendo los síntomas del síndrome premenstrual y brindándote mayor paz interior.
Tu cuerpo te habla. Lee las señales.
¿Sientes con frecuencia una leve molestia o dolor en uno de tus ovarios durante la ovulación? Estos síntomas pueden presentarse durante nuestros ciclos más racionales. Dado que los ovarios están vinculados a nuestros procesos creativos y a la realización de nuestros dones, necesitan fluir libremente. Sin embargo, durante esta fase, uno de los ovarios tiene dificultades para ovular, y como es una fase en la que debemos expresar nuestra esencia y poder creativo, estos órganos terminan sintiendo el dolor y captando nuestra atención mediante la incomodidad.
Kareemi, conferencista motivacional brasileña y creadora del concepto de “ginecología emocional”, explica que el útero nos habla constantemente y que, en cada fase del ciclo, los ovarios nos dan señales de que necesitamos bajar el ritmo, respirar y meditar más: “Cuando llegan estas señales, debemos respetar nuestro ritmo, pues el cuerpo nos está dando avisos”, explica.
La facilitadora de salud femenina explica que nuestro autoconocimiento cíclico nos permite tomar las riendas de nuestro cuerpo y marca la diferencia al hablar con nuestro ginecólogo sobre el mejor camino hacia la sanación, incluyendo el tratamiento adecuado para la raíz emocional del problema. "Nuestros ovarios fluyen y nos agradecen cuando vivimos plenamente, en desarrollo creativo y en armonía con nuestra esencia femenina y naturaleza cíclica. Nos ayudan a reconocer cuándo intentamos hacerlo todo, pero al mismo tiempo, sobrecargamos nuestro cuerpo y mente", concluye.
Fuentes: Julie Von y DanzaMedicina
