Sí, tus pensamientos pueden (realmente) transformar tu realidad. Uno de los principios fundamentales de la física cuántica —el campo de estudio que describe el comportamiento de los sistemas físicos a pequeña escala (moléculas, átomos, etc.)— es la idea de que la realidad existe en infinitos estados hasta que la observamos. Para lograrlo, a menudo necesitamos analizar las situaciones desde diferentes perspectivas.
Estamos influenciados por lo que sabemos, lo que creemos y lo que experimentamos.
Vemos lo que queremos ver y lo que respalda nuestras creencias existentes, ignorando lo que no. Esto es percepción selectiva en acción, y ocurre automáticamente. La percepción selectiva actúa como un filtro en nuestra mente, lo que significa que no percibimos todo lo que sucede a nuestro alrededor. Si lo hiciéramos, probablemente nos volveríamos locos por la sobrecarga sensorial.
Los pensamientos positivos nos cambian: a nosotros y al mundo.
Para transformar nuestro mundo a través de nuestros pensamientos, debemos pensar con una intención coherente. Es decir, debemos pensar lo mismo a diario, creer lo que pensamos, alinear nuestras acciones con nuestros pensamientos y vivir de forma plenamente congruente con la naturaleza de nuestro pensamiento.
Los pensamientos positivos y persistentes transforman el mundo una vez que alcanzan cierta intensidad. Sin embargo, para que esto suceda, tus pensamientos deben ser lo suficientemente poderosos como para cambiar tus propias acciones. Antes de poder cambiar tu realidad, primero debes transformarte a ti mismo.
¿Por qué es tan difícil lograr el cambio?
Cada pensamiento que experimentamos genera una reacción química en el cerebro que desencadena una emoción. Al participar en ese pensamiento, se crea un nuevo circuito que envía una señal al cuerpo y nos hace reaccionar de cierta manera. Cuanto más repetimos este patrón, más se infiltra en nuestra mente y, con el tiempo, se convierte en un hábito.
Los neurocientíficos han demostrado que la mayoría de nuestras decisiones, acciones, emociones y comportamientos dependen en un 95 % de la actividad cerebral más allá de nuestra percepción consciente, lo que significa que el 95 % de nuestras vidas está programado por nuestra mente subconsciente. Por eso el cambio es un desafío, ya que repetimos patrones de pensamiento con tanta frecuencia que terminan definiendo quiénes somos y la realidad que experimentamos.
Lo que vemos es nuestra realidad.
Cuando nos centramos en algo, este se expande. Esto significa que podemos moldear nuestra realidad entrenando nuestro cerebro para ver lo que nos sirve. En otras palabras, podemos programarlo para que vea más de lo necesario. Podemos entrenarlo para que vea lo positivo en lo negativo y para que encuentre lecciones en nuestros fracasos. ¿Cómo? Haciendo preguntas que puedan cambiar nuestra percepción de la realidad.
Cuando nos cuestionamos, interrumpimos nuestros procesos de pensamiento habituales, abandonamos nuestra rutina y consideramos otras perspectivas. Las preguntas revelan las partes invisibles de la ecuación y pueden cambiar nuestros patrones de pensamiento.
Ejemplos de preguntas que pueden ayudarle a encontrar perspectivas positivas:
La calidad de nuestros pensamientos determina la calidad de nuestras vidas. Hazte preguntas para entrenar tu cerebro. Esto requerirá mucho esfuerzo de tu parte, y hacerlo solo una o dos veces no será suficiente. Sin embargo, es cuestión de práctica y, con el tiempo, los resultados serán visibles.
Para encontrar lo bueno en cada situación, pregúntate: “¿Qué cosas buenas me sucedieron hoy?”
Para buscar lecciones, independientemente de los resultados, pregúntese: “¿Qué puedo aprender de esto?”
Para buscar las aparentes coincidencias que nos acercan a nuestras metas, pregúntate: “¿Por qué tengo tanta suerte?”
Los pensamientos a los que prestas atención son los más poderosos. Son tus creencias y definen tu vida y cómo la experimentas. Hazte las preguntas que entrenarán a tu cerebro para ver el lado positivo de las cosas y observa cómo tu realidad cambia gradualmente.
Fuentes: Omar Itani y Start it Up.
