El embarazo puede verse como un proceso intuitivo y un viaje espiritual sagrado para dar la bienvenida a un nuevo ser al mundo. Culturalmente, estamos programados para temer el parto y todo lo que despierta en nosotros, pero ¿y si el miedo fuera la principal causa del dolor?
Reconectarse con su sabiduría e intuición puede ser la clave para ver el nacimiento de un niño como una parte normal, natural y sagrada de la vida, incluso cuando las intervenciones médicas son imperativas para la seguridad de la madre y/o el bebé.
Independientemente del lugar o las circunstancias, es crucial asegurarnos de que este momento sea uno de los más especiales de nuestras vidas. Aquí tienes siete prácticas recomendadas por Mindbodygreen para ayudarte a vivir la maternidad como un viaje espiritual.
Conéctate con tu Ser Superior .
El nacimiento es un misterio y un acontecimiento que nos supera. Por eso, es importante dedicar tiempo a meditar, orar, hacer yoga , reír y conectar con la naturaleza. Haz lo que te traiga alegría y te ayude a conectar con tu Ser Superior. Estar presente en cuerpo y alma en las actividades diarias transforma la experiencia del embarazo en una experiencia más completa y gratificante.
Sana tu chakra del corazón .
Sanar el Chakra del Corazón ayuda a abrir el corazón al amor incondicional, la compasión y el amor propio. Cultivar el amor propio es importante en este momento, ya que a menudo pueden surgir sentimientos de odio hacia ciertos cambios corporales que ocurren durante el embarazo. Estos sentimientos pueden llevar a la depresión más adelante. Practicar la sanación del Chakra del Corazón durante el embarazo ayuda a ampliar tu conciencia de amor por ti misma y por tu bebé.
Habla de lo que sientes .
Las mujeres embarazadas necesitan hablar sobre la maternidad y cómo se sienten. Encontrar personas con quienes hacerlo les brindará el apoyo y los recursos necesarios para que su embarazo, parto y maternidad sean más llevaderos. Es una excelente manera de combatir la tristeza posparto (los cambios de humor relacionados con el reequilibrio hormonal que se producen después del parto).
Cultiva tu conexión con tu bebé .
Dedica tiempo a cultivar una relación amorosa y alegre con tu bebé nonato. Habla, canta, lee, escucha música. Cierra los ojos y respira profundamente, centrando tu atención en tu vientre. Siente cómo la inhalación rodea a tu bebé y cómo la exhalación suaviza tu cuerpo. Incluso si tienes un día difícil, respirar profundamente unas cuantas veces puede marcar la diferencia.
Deja atrás los traumas del pasado .
Durante el parto, la mujer se encuentra en un estado extremadamente receptivo. Los traumas que no se han abordado de forma saludable pueden aflorar e interferir en el proceso del parto. Terapias como la Mentoría Transformacional pueden ser herramientas sumamente útiles para despejar traumas y eliminar miedos y bloqueos, facilitando todo el proceso.
Tómate un descanso de estar en línea .
Cada vez que encendemos un dispositivo, nos exponemos a una multitud de frecuencias que no nos ayudan a vivir mejor. ¿Te has imaginado cuántas horas de tu vida has desperdiciado mirando la televisión, el celular y la computadora? Me sorprendería que te dieras cuenta de cuánto tiempo has estado perdiendo en el mundo virtual. Desconectarte de las redes sociales te permitirá concentrarte en lo que realmente importa, haciéndote más selectiva con la información y la energía que aportas a tu embarazo.
Conoce tu cuerpo .
Realice un masaje perineal para estirar los músculos vaginales y el canal del parto. Explore su pelvis y descubra qué posiciones o posturas le ayudan a relajarse. Sentirse cómoda con su cuerpo facilitará el parto. Continúe cuidándose: duerma lo suficiente, aliméntese bien, tome los suplementos adecuados, haga ejercicio, etc. El parto es una de las experiencias más exigentes físicamente para la mayoría de las mujeres, y por eso, su bienestar debe ser su prioridad.