El postre perfecto para los amantes del chocolate y para cuando se les antoja algo dulce. Es una combinación de pastel, tarta de queso y helado, de ahí su nombre: semifreddo.
Una receta vegana que rinde dos pequeños semifreddos de cacao.
Capa inferior:
8 cucharadas (150 g) de mantequilla de anacardo natural (ver nota*);
1 cucharada (15 g) de aceite de coco derretido;
2 cucharadas (10 g) de cacao en polvo (crudo o descremado);
4 cucharadas (40 g) de azúcar de coco;
1 cucharada (10 g) de harina de trigo sarraceno (o harina de avena);
1 cucharada de agua;
Una pizca de sal.
Capa superior:
8 cucharadas (150 g) de mantequilla de anacardo natural (ver nota*);
1 cucharada (15 g) de aceite de coco derretido;
Jugo de 1/2 limón (unas 2 cucharadas);
2 cucharadas (40 g) de jarabe de agave;
1 cucharada (10 g) de azúcar de coco;
1 cucharadita (4 g) de lúcuma en polvo (opcional; da un sabor a vainilla).
Método de preparación:
En un bol, mezcla bien todos los ingredientes de la capa inferior y divide la mezcla en dos partes iguales;
Verter cada una de las mitades en dos moldes pequeños redondos (de unos 10 cm de diámetro) forrados con film transparente y extender uniformemente sobre el fondo con ayuda de una cuchara o espátula;
Coloque ambos moldes en el congelador durante 10 a 15 minutos;
Mientras tanto, en el mismo bol, mezcla bien todos los ingredientes de la capa superior;
Sacar los moldes del congelador y verter la segunda mezcla sobre la capa inferior, extendiéndola bien hasta los bordes del molde;
Regresar al congelador, esta vez por al menos 2 horas;
Retirar del congelador 15 minutos antes de servir y espolvorear con cacao en polvo;
Para reservar, colocar los embutidos semifríos en el frigorífico.
Nota: Si no tienes mantequilla de anacardos, puedes prepararla en casa. Simplemente tuesta los anacardos en una sartén o en el horno durante 10-15 minutos a 170 °C, colócalos en una licuadora o procesador de alimentos de alta potencia y muélelos, deteniendo el proceso de vez en cuando para despegar los anacardos pegados con una espátula. Una vez que la textura esté cremosa, la mantequilla de anacardos natural estará lista.
Esta receta es de Inês Pais.