Nuestro dormitorio es un mundo que nos pertenece solo a nosotros. Por eso es absolutamente imprescindible convertir este espacio en el lugar ideal para desconectar y escapar de todo el tumulto del exterior. Y si podemos dormir plácidamente y despertar aún más felices y saludables, ¿por qué no? Para lograrlo, debemos alejar cualquier objeto que perturbe este ambiente. A continuación, presentamos los enemigos del buen dormir.
Televisión
Esta pantalla, al igual que la de tu celular, emite luz azul que contribuye al envejecimiento prematuro de la piel, causando imperfecciones y disminuyendo la elasticidad inherente al colágeno. Comprométete a ver menos televisión antes de dormir y, en su lugar, lee un libro.
Alfombras
Sí, sabemos que le dan un toque especial a cualquier espacio de nuestra casa. El problema es que también albergan ácaros del polvo, responsables de las diversas reacciones alérgicas que a veces desarrollamos. Si simplemente optamos por usar una alfombra, esa decisión se traducirá en menos mañanas complicadas y menos estornudos.
Cama mal posicionada
Según las antiguas enseñanzas del Feng Shui , nuestra cama no debe estar contra la puerta del dormitorio y nuestros pies no deben estar alineados directamente con ella.
Objetos muy pequeños o inútiles
¿Conoces la regla del melón? Es un concepto que sugiere que los objetos pequeños en un espacio determinado dan una sensación de desorden y desorganización. Recuerda que este caos acaba por bloquear tu felicidad. Intenta crear un ambiente más sereno con piezas decorativas sencillas y grandes.
Colores muy llamativos
Si sufres de insomnio, vale la pena recordar este punto. Elige tonos más suaves para decorar tu dormitorio y disfrutar de un sueño más tranquilo.
Cortinas que dejan pasar la luz
Es importante atenuar la luz en tu santuario, y optar por cortinas más uniformes es crucial. Recuerda que este es tu espacio para estar tranquilo y feliz, tanto al principio como al final del día. Así que hazlo con la mejor energía.