Una piel radiante y cuidada durante el verano requiere una serie de tratamientos y planes de acción que cuiden todas sus capas y brinden una protección significativa. Antes de exponernos al sol y sumergirnos en las profundidades del mar, es importante tomar medidas para asegurar una apariencia saludable y radiante.
Protección UV
Aunque insistamos en esta regla con frecuencia, la protección es el primer mandamiento de esta lista de cuidados y preparación. Usarlo por la mañana y por la noche ayudará a tu piel a crear una reserva interna que la proteja de adentro hacia afuera. A esto se suma la evidente importancia de los antioxidantes, ya que también brindan una buena protección contra los rayos UV.
Alimentación cuidadosa
Podemos y debemos protegernos desde dentro: además de usar protector solar, hay alimentos que debemos incorporar a nuestra dieta. Los tomates cocidos son ricos en licopeno, un antioxidante que ayuda a combatir los efectos de los rayos ultravioleta, como el enrojecimiento y las quemaduras solares. Incluir este alimento en tus comidas puede proporcionar protección adicional, pero no reemplaza al protector solar tradicional.
Vitamina F
En el cuidado de la piel, la vitamina F desempeña un papel fundamental. También conocida como la vitamina de la felicidad, se compone de una mezcla de ácidos grasos esenciales que ayudan a fortalecer las membranas celulares. Esto significa que podría ser la clave para una piel más sana e hidratada, ya que reduce la pérdida de humedad, algo que ocurre especialmente en verano, cuando la piel se reseca debido a la combinación de sol, agua de mar y piscinas. Por lo tanto, tomar un suplemento diario de vitamina F puede ser una de las mejores maneras de brindarle al órgano más grande del cuerpo todo el cuidado que merece.
Ácidos rejuvenecedores
Usar retinol o un exfoliante muy fuerte puede dañar la barrera protectora de la piel. Simplemente porque está más seca de lo habitual durante el verano, la piel a veces puede lucir mucho más opaca y deshidratada. Precisamente por eso es importante usar peelings a base de ácidos rejuvenecedores, que suavizan la piel, manteniéndola fresca e hidratada.
Exfoliación
La exfoliación regular puede formar parte de una rutina para una piel sana, independientemente de la estación del año. Siempre que tu piel no sea sensible, exfoliarla puede dejarla más suave y con un aspecto más saludable, radiante y rejuvenecida. El objetivo es eliminar la capa externa de células cutáneas que están listas para ser eliminadas, con mucha suavidad y sin resecar la piel. Usar un dispositivo de limpieza puede ser una excelente solución.
Celulitis camuflada
Algunos productos pueden suavizar las irregularidades indeseadas causadas por la celulitis. El efecto alisador y tonificante es temporal, pero puede valer la pena aplicar una loción corporal tonificante para reafirmar la piel para un día de playa.
Depilación sin irritación
Después de retirar la banda de cera, también es importante cuidar la piel. Evite la exposición al sol inmediatamente después de la depilación. Deje que su piel se recupere antes de extender la toalla de playa o hacer ejercicio al aire libre. Protéjase y aplique talco para prevenir la formación de vellos encarnados o la irritación.
Pies hermosos
Tras pasar todo el invierno con los pies escondidos, llega el buen tiempo para recordarnos que esta parte del cuerpo también merece toda nuestra atención. Retira la piel gruesa de tus pies con una lima, aplica una crema hidratante y ponte unos calcetines de algodón por la noche. Hazlo una vez a la semana hasta que tengas la piel suave.