Probablemente te hayas preguntado cómo sería; quizás tu pareja lo haya mencionado como algo que le gustaría probar; o quizás sea una de las prácticas sexuales con las que ya está familiarizado. Sea como sea, estás en el lugar indicado. Hablamos de sexo anal, un tema a menudo rodeado de misterio.
Si te interesa dar tus primeros pasos en este tipo de actividad sexual, hay algunos consejos que debes tener en cuenta para que tu primera experiencia sea más placentera. Aquí tienes una guía rápida para disfrutar del sexo anal de forma segura.
El tabú
El sexo anal es quizás una de las prácticas más incomprendidas y tabú. En el caso de las parejas heterosexuales, es una experiencia cuyo objetivo es disfrutar de una penetración más intensa y, por lo tanto, dicen, más gratificante.
Durante muchos años, la penetración anal se consideró un pecado y se condenaba enérgicamente. Hoy en día, forma parte de la intimidad de muchas parejas que disfrutan enormemente de esta práctica.
Lubricante amigable
La zona anal tiene muchas terminaciones nerviosas, y el ano es el esfínter más fuerte del cuerpo. Sin embargo, muchas personas reportan molestias y dolor al explorar esta zona. Por lo tanto, es fundamental usar lubricante, ya que el canal anal es menos flexible que el vaginal y no se lubrica por sí solo.
Existen varios lubricantes disponibles en el mercado. Los lubricantes de silicona, por ejemplo, facilitan la penetración y reducen considerablemente las molestias. Sin embargo, tenga en cuenta que la mayoría de estos lubricantes no son compatibles con los condones de látex. Los lubricantes perfumados, en cambio, pueden aliviar el miedo a los olores característicos de esta zona del cuerpo.
Los productos con efecto anestésico son completamente desaconsejables, ya que sin la percepción de molestias es probable que se produzca una lesión.
Para las personas con patologías anales, hemorroides o fisuras, es importante tener un cuidado extra para evitar el empeoramiento de los síntomas.
Infecciones de transmisión sexual
Las infecciones de transmisión sexual también se contraen a través del sexo anal, incluso con mayor frecuencia. Esto ocurre debido a microlesiones, que pueden ser una puerta de entrada para los virus.
Utilice protección
Los condones deben ser duraderos, por lo que conviene evitar los más delgados.
En la fase previa, algunas personas optan por lavarse el recto con productos específicos, pero nunca se debe olvidar el condón. Nunca se debe cambiar de sexo anal a vaginal con el mismo condón, ya que esto puede causar infecciones bacterianas vaginales.
Disfruta del placer con calma
Para que esto se convierta en una experiencia placentera –calificada como “única” por algunos–, se requiere mucha confianza en la otra persona, y es igualmente importante elegir la posición adecuada para controlar la penetración.
En una fase preliminar, la estimulación debe comenzar con los dedos. También se puede usar un pequeño vibrador o estimulador. Tras introducir el glande o un objeto penetrante en el ano, si el canal rectal ya está suficientemente lubricado, se producirá una mayor adaptación y las molestias iniciales podrían disminuir.
La estructura alrededor del recto puede mejorar los orgasmos intensos y la estimulación del clítoris, al mismo tiempo, también puede ayudar a que este acto sea aún más interesante para las mujeres.
La práctica y la estimulación anal son igualmente gratificantes para los hombres, quienes aún se sienten avergonzados por los tabúes asociados con la homosexualidad. Las parejas heterosexuales también pueden recurrir a vibradores y estimuladores para este intercambio, y los hombres solo necesitan confiar y disfrutar de este placer sin remordimientos.
Recuerda que si el sexo anal no es para ti o te incomoda, nunca debes sentirte presionado a hacerlo. Por otro lado, si te hace sentir bien, disfruta la experiencia al máximo.
Texto: Vânia Beliz, sexóloga
Este artículo fue publicado originalmente en Revista Frederica nº4.