Hay mucho que decir sobre los cristales. Podemos simplemente observar la belleza de estas piedras, que habla por sí sola, pero también podemos reconocer la composición que les da energía. Y ahí es donde entran en juego la sabiduría y la intuición. A menudo, lo que empieza con una pequeña amatista en una cartera puede convertirse en cajones llenos de amuletos secretos.
Muchos creen que la energía del Sol, la Luna y los océanos se aprovecha mediante cristales y piedras que nos conectan con la Madre Tierra. Estos se han utilizado desde la antigüedad, ya que contienen una riqueza de conocimiento y experiencia que se transmite de generación en generación. Los cristales poseen una naturaleza vibracional capaz de sanar y desarrollar espiritualmente, siempre que nos permitamos conectar con ellos.
Sorprendentemente, este es un camino donde la ciencia y el misticismo se cruzan. Esto se debe a que los cristales, como bases de datos de conocimiento atemporal, contienen en su código toda la información a la que han estado expuestos a lo largo de sus millones de años de existencia. Por lo tanto, absorben todo lo que los rodea y transmiten esta información a cualquiera que entre en contacto con ellos. Desde una perspectiva científica, emiten frecuencias vibratorias específicas que les permiten almacenar datos sobre todo el mundo que los rodea.
En el pasado, muchos comprendieron intuitivamente que las energías de las piedras podían interactuar con el campo electromagnético humano para provocar cambios energéticos. La atención plena, la reflexión y la aceptación son fundamentales para disfrutar de esta experiencia de autocuidado y conectar con un cristal (o varios). A continuación, encontrarás algunos de los mejores cristales que pueden cambiar tu vibración y hacer todo el trabajo por ti.
Selenita
La selenita, uno de los cristales curativos más suaves, promueve la calma, el equilibrio y la suavidad en todo el cuerpo. Puede brindarnos una profunda paz y claridad mental, eliminando rápidamente la energía estancada y los bloqueos que acumulamos a lo largo del día.
Cuarzo rosa
El cuarzo rosa activa nuestro chakra del corazón y promueve la energía positiva. Esta piedra potencia todo tipo de amor: el amor propio, el amor al prójimo y el amor incondicional. Una poderosa maravilla que mejora nuestra autoestima, restaura nuestra confianza y contribuye a nuestro equilibrio emocional. Nos permite liberar la tensión, la ira y el estrés .
Amatista
La amatista aleja a los "vampiros energéticos" de tu espacio personal. Es una piedra de alta vibración (además de ser increíblemente hermosa), que nos ayuda a fortalecer nuestra intuición y a conectar con los planos superiores de la existencia.
Cuarzo blanco
La piedra del séptimo chakra , el cuarzo blanco, es conocida en el mundo de los cristales por sus propiedades curativas. Amplifica la energía, los pensamientos y las vibraciones de otros cristales. Se utiliza para conectar con nuestro Ser Superior, nuestra intuición y nuestros guías espirituales.
Rodonita
Una piedra para la autoestima y el amor propio, que ayuda a iluminar nuestros caminos más oscuros. Fomenta el perdón y el amor incondicional.
Obsidiana negra
Un escudo contra la negatividad que nos ayuda a sentirnos más arraigados en nuestra propia esencia. Coloca esta piedra en tu almohada y duerme con ella en la mano para relajarte al final de un largo día.