Durante siglos, las mujeres hemos luchado por la igualdad y contra la opresión, y aunque hemos ganado parcialmente algunas batallas, todavía nos vemos desproporcionadamente afectadas por diversas formas de violencia y discriminación en todos los aspectos de la vida.
El concepto de feminismo puede verse como un movimiento para acabar con el sexismo y lograr la igualdad de género. Sin embargo, ser feminista no es algo específico de ningún sexo o género, y hoy en día podemos considerar esta forma de vida como un movimiento para acabar no solo con la opresión sexista, sino también con el racismo, el clasismo y la homofobia.
LA HISTORIA DEL FEMINISMO
En la mayoría de las sociedades, las mujeres estaban tradicionalmente confinadas al hogar como hijas, esposas y madres. Algunas pudieron haber desempeñado un papel importante en la vida cultural y política, pero al mismo tiempo, seguían siendo invisibles.
Uno de los primeros movimientos organizados de mujeres surgió en el siglo XIX, aunque la lucha por la igualdad siempre ha estado presente en todas las sociedades humanas. La lucha por el derecho al voto (el movimiento sufragista), por ejemplo, surgió mucho antes e incluyó manifestaciones masivas y debates organizados.
No fue hasta principios del siglo XX que se permitió a las mujeres asistir a la universidad y desarrollar una carrera profesional. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, obtuvieron los mismos derechos políticos que los hombres en la mayoría de los países europeos.
IGUALDAD Y JUSTICIA
Las mujeres pueden aspirar a la igualdad de derechos con los hombres sin que esto signifique estar en desventaja. Si bien el feminismo busca promover las causas de las mujeres, también busca abordar los problemas relacionados con los hombres para ayudarlos a expresar libremente sus emociones. La idea es abrir posibilidades para que todos crezcan y sean más felices.
Según un artículo publicado en la revista Psychology Today , escrito por la profesora de sociología Deborah J. Cohan, hay varios cambios en la sociedad de los que todos nos hemos beneficiado en los últimos años, a saber:
- El derecho a votar;
- El derecho a elegir si (y cuándo) tendremos hijos;
- Poder comprar una propiedad con su propio nombre en la escritura;
- Poder viajar sin necesidad del permiso del marido;
- La posibilidad de realizar cualquier tipo de trabajo que antes sólo hacían los hombres.
ENTENDER EL SEXISMO PARA ENTENDER EL FEMINISMO
El sexismo consiste en percibir y juzgar a las personas únicamente por su sexo o género. Se aplica tanto a hombres como a mujeres, pero se cree que las mujeres se ven más afectadas por el sexismo que los hombres en todos los ámbitos de la vida (por ejemplo, ser objeto de coqueteo o comentarios que cosifican el cuerpo de las mujeres, o reaccionar a su forma de vestir).
Este tipo de discriminación se basa en la manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres, lo que impide el pleno avance de las mujeres en la sociedad. Para combatirla, es necesario implementar leyes, políticas y programas adecuados.
DERECHOS HUMANOS
Los derechos de las mujeres son derechos humanos. En todo el mundo, las mujeres ven sus derechos humanos negados simplemente por su sexo o género. Los derechos de las mujeres no deben considerarse derechos especiales: están consagrados en los tratados internacionales de derechos humanos e incluyen el derecho a la libertad, la vida, la privacidad, la salud, la seguridad y muchos otros.
La falta de sanciones adecuadas fomenta un clima de impunidad que contribuye a la recurrencia de los crímenes contra las mujeres. Sin embargo, ellas siguen siendo las principales precursoras en la lucha por su emancipación.
IMPACTO POSITIVO DEL FEMINISMO EN LA IMAGEN CORPORAL
Madeleine A. Fugère, profesora de psicología y autora de *La psicología social de la atracción y las relaciones románticas *, afirma que «las feministas podrían tener una imagen corporal más positiva». Investigadores también han descubierto que, entre mujeres de diversas orientaciones sexuales, las creencias feministas se asocian con el orgullo y la apreciación corporal.
Algunos autores sugieren que el feminismo ayuda a reducir la imagen corporal negativa, lo que puede en consecuencia aumentar los sentimientos de atractivo sexual de las mujeres y mejorar su vida íntima.
Fuentes: Psychology Today, Deborah J. Cohan y Madeleine A. Fugère
