Lo que aún no te han explicado sobre el dolor y la incomodidad durante el sexo con penetración

"Oh, tú no provocas el orgasmo. Lo permites."
(Emily Nagoski, Ven como eres).

Sexo, orgasmo, deseo sexual, libido, placer... ¿Alguna vez has hablado honesta y abiertamente sobre sexo con otra mujer? Y, lo más importante, si algo no sale bien, ¿has buscado ayuda? ¿Y tus amigos la han buscado?

Probablemente hayas escuchado a un familiar, amigo o incluso a tu médico decir: "Tranquilo. Inténtalo una y otra vez, porque este dolor pasará". Quizás incluso creíste que el problema era tuyo y, en consecuencia, te sentiste menos mujer por no poder satisfacer las necesidades de la persona a tu lado (nunca consideramos nuestras propias necesidades como seres sexuales, ¿verdad?).

A menudo, terminamos buscando excusas: "Recientemente fui madre y mi obstetra me dijo que tardaría un poco"; "Con la menopausia, es normal no tener deseo. Es así; siempre pasa"; "Consulté a mi ginecólogo y me recomendó comprar una pomada y probarla". Sin embargo, es importante que sepas que nada de esto es normal. ¡No es normal sentir dolor durante, después o al principio de las relaciones sexuales! Y no, no es una fantasía. En la mayoría de los casos, el dolor durante las relaciones sexuales tiene una causa fisiológica, es decir, puede estar en la región pélvica, precisamente donde la mujer siente dolor.

Por lo tanto, es importante que busques un fisioterapeuta especializado en salud de la mujer, especialmente si:

  • Sentir dolor durante la penetración;
  • Sentir dolor después de la relación sexual;
  • No se puede insertar un tampón;
  • Tienes una sensación de ardor o escozor en la vulva;
  • Sentir dolor durante el examen ginecológico.

Hablando de placer, orgasmo y libido, confiesa: ¿cuántas veces has hablado abiertamente del tema? Y con tu pareja, ¿hablas de lo que más te da placer, de lo que más disfrutas? Probablemente no. Permitirse alcanzar el orgasmo y experimentar placer, ya sea mediante la penetración o contigo mismo, a veces es difícil.

La salud sexual de las mujeres todavía está en gran medida descuidada, debido a que no hablamos de nuestros cuerpos, del placer ni del orgasmo.

Otro dato interesante: ¿sabías que la dificultad para alcanzar el clímax (o una disminución en su intensidad) puede estar relacionada con los músculos del suelo pélvico? Sí, la disminución de la fuerza, la flexibilidad y la agilidad pueden influir en tu respuesta sexual.

Al entrenar regularmente los músculos del suelo pélvico, puedes aumentar el flujo sanguíneo a la pelvis y la vagina, lo que influye en la respuesta de tu clítoris: ¡el mágico órgano del placer femenino!

Hago hincapié en un punto muy importante: es crucial que, en la primera fase, comiences a ser evaluada cuidadosamente por un fisioterapeuta especializado en salud pélvica para entender la causa de tus síntomas.


Texto: Ana Sofia Pires, fisioterapeuta femenina, cofundadora del consultorio FisioDuasMãos y fundadora de la página @fisio_mulher_e_mae .

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