Cuando hablamos de remedios caseros, nos viene a la mente nuestra abuela o nuestra tía mayor. Son recetas caseras, basadas en la sabiduría popular, que se han transmitido de generación en generación. Hay remedios para todo: el cabello, la gripe, el dolor de estómago.
Se cree que tienen propiedades muy beneficiosas y, a veces, son más valiosas que los medicamentos o productos de farmacia. Lo cierto es que, en la época de nuestros abuelos, no existía la infinidad de cremas, champús y remedios que existen hoy en día, y la gente se curaba e hidrataba de la misma manera. ¿Sabías que, antiguamente, un dolor de muelas se curaba con un vaso de agua hirviendo?
Hoy en día, aunque menos personas y con menos frecuencia los usan, los remedios caseros siguen siendo muy apreciados, no solo por su fácil acceso, sino también por su precio asequible. Te sugerimos cinco recetas diferentes para que las prepares en casa y cuides tu piel (tenemos una para cada objetivo).
Quitar el maquillaje
Para un buen desmaquillante casero, tenemos una receta a base de pepino. Coloca el pepino cortado en dados en un recipiente, añade agua y déjalo hervir durante 15 minutos. Con una licuadora o batidora, tritura hasta formar una pasta. Finalmente, añade unas gotas de aceite de almendras dulces. Si te sobra, puedes guardarla y usarla cuando la necesites; no se echará a perder.
Mejorar los granos
Si tienes problemas con los brotes y quieres despertar con una piel más limpia y sana, esta mascarilla es la solución perfecta. Elaborada con miel y canela, actúa durante la noche para garantizar una piel mejor a la mañana siguiente.
En un recipiente limpio y seco, combina una cucharada de canela en polvo y dos cucharaditas de miel. Revuelve hasta obtener una pasta espesa. Lava tu rostro, aplica la mascarilla y déjala actuar durante 15 minutos. Finalmente, enjuágate el rostro para retirar la pasta y termina con un tónico y una crema hidratante.
Aclarar la piel
Una mascarilla elaborada con vinagre de manzana y cebolla para ayudar a combatir algunas imperfecciones de la piel.
Corta una cebolla por la mitad y sumérgela en media taza de vinagre de sidra de manzana. Espera a que la cebolla absorba el vinagre. Cuando veas que ha desaparecido, frota la cebolla sobre las imperfecciones y déjala actuar. Lava tu rostro con agua e hidrata. Para ver resultados, repite este proceso una o dos veces por semana.
Hidratar
Ahora que llega el frío, tu piel empieza a sentirse irritada y, a veces, muy seca y deshidratada. Mezcla una taza de yogur natural con una cucharada de miel. Aplícalo en el rostro y déjalo actuar unos veinte minutos. Finalmente, enjuaga con agua fría e hidrata con una crema espesa.
Exfoliar
Exfoliar es un hábito que todos deberíamos tener para eliminar las células muertas y ayudar a que la piel se renueve. Con granos de café y crema hidratante, crearemos una mascarilla. Simplemente mezcla los dos ingredientes, aplícala en el rostro y masajea suavemente con movimientos circulares. Enjuaga con agua tibia e hidrata.