Todos hemos oído que para acelerar nuestro metabolismo basta con beber un té milagroso que promete hacer maravillas para bajar de peso. Sin embargo, la verdad es que la mayoría de estos consejos no se basan en evidencia que se considere saludable o sostenible.
Si quieres perder un poco de peso de forma saludable –no hay nada de malo en ello– o si simplemente quieres mejorar tu forma física manteniendo tu metabolismo activo, aquí tienes algunos métodos científicamente probados que puedes probar.
Bebe abundante té verde o agua fría.
Prueba la medicina china e incorpora el té verde a tu rutina diaria. Según algunas investigaciones, el consumo regular de este té, y también del té oolong , acelera el metabolismo.
El té verde convierte parte de nuestras reservas de grasa en ácidos grasos libres, lo que puede aumentar la quema de grasa hasta en un 17 %. Por lo tanto, se recomienda beber de cuatro a cinco tazas al día o preparar una botella para toda la semana para guardarla en el refrigerador y beberla según se consuma.
Algunos de los efectos metabólicos del té verde se deben a su contenido de cafeína. Por lo tanto, si ya bebes mucho café, este efecto podría verse reducido.
Otra bebida que puede hacer maravillas es el agua helada (la más sencilla de todas). Puede ayudar a quemar calorías, manteniéndote saciado por más tiempo. Al beber más agua, reemplazas bebidas azucaradas u otras que no contribuyen a la pérdida de peso, lo que la convierte en una decisión inteligente. Sin embargo, hay otra razón por la que esta opción es más viable: tu cuerpo necesita calentarse después de hidratarse con agua a una temperatura significativamente más baja para estimular el mismo efecto térmico de la digestión que quema calorías.
Éste es quizás el cambio más simple que puedes hacer en este contexto, pero tiene un enorme impacto positivo.
Aumente su consumo de proteínas.
Sí, es cierto que nuestro cuerpo recibe energía de los alimentos, pero en realidad, también la utiliza para digerirlos. El proceso de digestión también acelera el metabolismo, y el cuerpo necesita quemar calorías para consumir más.
Al consumir proteínas, el cuerpo experimenta una mayor tasa del efecto térmico de los alimentos (el proceso que mencionamos anteriormente). De esta manera, y al reducir los carbohidratos y azúcares vacíos de la dieta, que no son nutritivos y tienden a tener el efecto contrario al deseado, será mucho más fácil prolongar el metabolismo.
Evite el sedentarismo.
Un estilo de vida sedentario y estar sentado con frecuencia pueden provocar aumento de peso y también aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas. En este sentido, puedes trabajar de pie en un escritorio diseñado para ello. Estar de pie mantiene todas las partes del cuerpo en funcionamiento, lo que también acelera el metabolismo.
Obtenga un sueño de calidad.
La falta de sueño está fuertemente relacionada con varios problemas de salud, particularmente el exceso de peso.
Cuando no duermes lo suficiente, tu cuerpo mantiene altos los niveles de azúcar en la sangre, lo que te hace sentir más hambre incluso cuando deberías sentirte lleno. Intenta dormir ocho horas cada noche. Si lo necesitas, lee nuestra guía para combatir el insomnio aquí o compra nuestros ositos de goma que te ayudan a conciliar el sueño .
