Lo que comemos tiene un impacto significativo en nuestro cerebro y, por extensión, en nuestra mente y cuerpo. El cerebro humano consume aproximadamente el 20 % de las necesidades energéticas diarias del cuerpo, lo que significa que debemos obtener el combustible adecuado para garantizar que nuestro cerebro funcione al máximo.
Una dieta nutritiva juega un papel fundamental en la formación de tejido cerebral sano, por lo que es crucial centrarse en una dieta rica en grasas saludables. Te sugerimos algunos alimentos que puedes incluir en tu dieta para estimular la actividad cerebral y optimizar todas sus funciones.
ACEITE DE COCO
La singular estructura de grasas saturadas del aceite de coco facilita su absorción y conversión en energía. Se ha demostrado que su consumo regular previene la confusión mental, la pérdida de memoria, la demencia e incluso el Alzheimer. Añadir una cucharada de este aceite a tu batido matutino facilitará su incorporación a tu rutina diaria.
ARÁNDANOS
Estas pequeñas maravillas están repletas de antioxidantes y hacen que cualquier batido sea delicioso. Estudios han demostrado que el impresionante poder de los arándanos puede ayudar a proteger el cerebro del estrés oxidativo (daño causado por los radicales libres). Estas frutas también son una sorprendente fuente de omega-3, que ofrecen multitud de beneficios para la salud cerebral.
PALTA
Debido a que los aguacates están repletos de grasas que promueven una circulación sanguínea saludable, son un valioso apoyo para la función cerebral. Se ha demostrado que los ácidos grasos omega que contienen aumentan los niveles de varias sustancias químicas que contribuyen al bienestar en el cerebro, lo que ayuda a regular el estado de ánimo y a estabilizar las emociones.
FRUTAS SECAS
Comer frutos secos puede ser el antídoto ideal para controlar el bajón de energía que se produce después de comer. Las nueces se encuentran en la cima de la cadena de ácidos grasos, con varias propiedades que mejoran el cerebro. Las nueces de Brasil también son una excelente opción, ya que están repletas de selenio, que se ha demostrado que mejora la función cognitiva. Las almendras y las avellanas son otras opciones a considerar, ya que son ricas en vitamina E, lo que las convierte en el combustible ideal para el cerebro en cualquier jornada laboral.
CAFÉ
Una taza de café no sólo puede ser un salvavidas matutino para muchos, sino que también representa una mezcla de cafeína y antioxidantes que se asocia con un menor riesgo de enfermedades neurológicas.
CACAO
Se ha demostrado que este superalimento mejora la memoria, la atención, el procesamiento visual y la función cognitiva en general. Repleto de nutrientes, el cacao también es rico en flavonoides, que aumentan los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro (una proteína que estimula el crecimiento cerebral), y magnesio, que mejora la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para adaptarse al cambio).