¿Una ola de placer sin igual, capaz de hacerte erizar los dedos de los pies? Sí, solo podemos estar hablando del orgasmo. Algunos estudios sugieren que un número sorprendente de mujeres tienen dificultades para alcanzar el orgasmo. Sin embargo, lo cierto es que nuestros cuerpos están diseñados para el placer, y como mujeres, podemos alcanzar el clímax de mil y una maneras diferentes.
Todos merecemos sentirnos bien, felices y saludables. Y ahí es donde entra en juego la salud sexual. Por eso, estamos viendo una creciente tendencia de prácticas y terapias que buscan ayudarnos, como la meditación orgásmica.
¿En qué consiste la meditación orgásmica?
La meditación orgásmica (u "OM") se dio a conocer en 2004 gracias a la cofundadora de la empresa estadounidense OneTaste , Nicole Daedone, como una práctica de bienestar que combina atención plena, tacto y placer, eliminando el enfoque apresurado de "llegar al final" durante la relación sexual.
Esta práctica se centra en el placer femenino, pero a un nivel más profundo, y con los supuestos beneficios en mente, está destinada a cualquier persona que busque una experiencia más profunda con su cuerpo.
Su intención no es reemplazar los juegos previos ni llevar a los participantes al orgasmo (aunque la práctica incluya la palabra "orgasmo" en su nombre), sino centrar la atención en el momento presente y permitir que se experimente placer. Se eliminan por completo las preocupaciones sobre lo que pueda suceder después. En la meditación orgásmica, lo único que importa es el presente.
¿Cómo funciona?
Si bien la meditación tradicional se asociaba antiguamente con cuestiones espirituales, con la intención de hacernos cuestionar nuestra realidad, hoy se considera una metodología para reducir la ansiedad y una terapia centrada en la atención plena. Y dado que todas las formas de meditación son un método para conectar con nuestro verdadero ser, la meditación orgásmica presenta exactamente la misma premisa.
Uno de los conceptos detrás de esta práctica consiste en una caricia clitoriana de 15 minutos por parte de la otra persona. Sin embargo, la meditación orgásmica no es solo para mujeres que desean alcanzar el orgasmo. Durante esta sesión, el enfoque se centra en eliminar cualquier otra distracción y priorizar el placer en sí. El objetivo principal es disfrutar del proceso en lugar de centrar toda la atención en el tiempo que tardará en alcanzar el orgasmo, a través de las palabras o la pornografía adecuada.
Beneficios para la salud
Dedicar tiempo a tu propio placer puede aportar una cualidad meditativa que te permitirá establecer una conexión más fuerte contigo mismo y con tu bienestar sexual. Además, combinar la atención plena con la prolongación del placer es la combinación de dos grandes aliados para sentirnos mejor.
Teniendo en cuenta que los seres humanos somos ansiosos y queremos conseguir todos nuestros objetivos rápidamente, la idea de dedicar 15 minutos al día a acariciar la zona del clítoris puede ser una nueva técnica de autocuidado a adoptar.
Según datos presentados en la publicación estadounidense Healthline , las personas que han adquirido este hábito en su vida afirman ser más felices, tener menos estrés y tener relaciones más saludables.
Además, es importante recordar todos los beneficios para la salud asociados con la práctica regular de la meditación. La meditación nos permite comunicarnos y relajarnos, y puede aumentar la circulación y el flujo sanguíneo, aliviar el dolor muscular, mejorar la calidad del sueño y aumentar la libido. Un mundo de beneficios a un paso de una pausa consciente.
Fuente: Healthline
