Tener una piel radiante, de adentro hacia afuera, es una meta sagrada. Si queremos llevar nuestra dermis al siguiente nivel —abandonar lo ordinario y encontrar lo extraordinario—, es importante considerar que no basta con elegir los productos que usamos; también debemos reconocer la mejor manera de hacerlo. Nuestra genética, nuestra eterna pasión por el sol y el envejecimiento son los factores que más dificultan una piel uniforme, armoniosa y nutrida. Precisamente por eso, debemos esforzarnos, en la medida de lo posible, por prevenir y aliviar los problemas relacionados con la pigmentación.
CUANDO APARECEN LAS PRIMERAS MANCHAS...
La belleza se recupera cuando la pigmentación se controla adecuadamente. Para muchos, las imperfecciones de la piel tienden a aumentar con la edad y aparecen cuando no aplicamos protección solar, que debería aplicarse durante todo el año. Aquí es precisamente donde encontramos la regla número uno para prevenir y tratar las imperfecciones: usar un protector solar diario con FPS 50 alto. Es fundamental comprender si estamos experimentando cambios hormonales, ya que estos hacen que nuestra piel sea mucho más reactiva y, por lo tanto, más propensa a desarrollar imperfecciones en las zonas más temidas.
LA PREVENCIÓN ES CLAVE
Por lo tanto, conocer y observar nuestra piel es fundamental, si el objetivo final es la homogeneidad. Las imperfecciones nos causan incomodidad y afectan significativamente nuestra autoestima, incluso afectando nuestra vida social y nuestras relaciones interpersonales, precisamente por la falta de confianza que generan. Por lo tanto, es importante tomar precauciones y prevenir la aparición de estas irregularidades. Con tiempo, paciencia y la estrategia adecuada, podemos superar esta realidad, reduciendo estas áreas y, con suerte, eliminándolas.
TRATAMIENTO
Nuestro tono de piel depende de la melanina que contiene, así como de la hemoglobina. Las pieles más claras requieren mayor cuidado y atención al exponerse a la luz solar, responsable de las manchas oscuras localizadas. Tras la protección solar, otro paso crucial es el uso de productos cosméticos con ingredientes activos antimanchas, como retinoides (alfa-arbutina, ácido kójico, ácido azelaico o vitamina C). Si prefiere un tratamiento más profundo, los láseres , ligeramente más agresivos, y los peelings pueden ser soluciones valiosas y relevantes, eliminando permanentemente las manchas oscuras no deseadas. Con estos últimos, podemos lograr resultados visibles en poco tiempo.
ALIMENTOS AFINES
Es mejor evitar los alimentos que contienen psoraleno (un componente que puede causar manchas oscuras con la exposición al sol), como el perejil, el cilantro y los higos, en un día de playa. La dieta juega un papel importante en este sentido, y es esencial consumir diariamente frutas y verduras frescas, ya que son ricas en calcio y vitaminas A, B, C y E, elementos que neutralizan los efectos nocivos de los radicales libres en nuestra piel.
Teniendo en cuenta todos estos consejos, también existe una forma tradicional y casera de reducir la pigmentación: aplicar rodajas de limón o patata cruda directamente sobre la mancha, complementando el proceso con una adecuada hidratación y una rigurosa protección solar.
