¿Estás ahí? ¡Te llamamos de Planet Bed! ¿Cómo has estado cuidando tus sábanas? Estudiamos y planificamos cuidadosamente nuestras rutinas de lavado. Lo que descuidamos —y si no, tíranos la almohada— es el cuidado y lavado de las sábanas que adornan nuestras camas.
A todos nos encanta acurrucarnos en una cama suave con sábanas frescas y perfumadas antes de una noche de sueño reparador. Sin embargo, muchos posponemos este simple placer durante demasiado tiempo.
¿Qué tan maravilloso sería si nuestra ropa de cama fuera fácil de lavar, secar y doblar? Lo cierto es que enviar todas estas prendas delicadas a la tintorería no es una opción fácil, así que es importante aprender a suavizar nuestras sábanas y almohadas sin arrugarlas.
Y no lo olvides: crear un dormitorio tranquilo y ordenado puede mejorar la calidad de nuestro sueño, reducir el estrés y estimular la productividad durante el día, y la ropa de cama limpia se adapta perfectamente a ese propósito, ¿no crees?
La importancia del lavado
Aunque no parezcan sucias, las sábanas pueden acumular ácaros del polvo, células muertas, manchas de sudor y grasa capilar. Lávalas con regularidad para eliminar las bacterias y mantener tu dormitorio limpio y ordenado.
¿Con qué frecuencia debemos lavar la ropa?
¿Sabías que las fundas nórdicas, las fundas de almohada y las sábanas deben lavarse cada diez días? ¿Y que todos los demás componentes de tu espacio que no entran en contacto directo con la piel deben limpiarse cada tres meses? ¿Y que, por otro lado, la ropa de cama que protege tu colchón debe lavarse cada seis meses? Puede parecer mucha información, pero toda ella puede marcar la diferencia a la hora de proteger tu cama de los ácaros del polvo que mencionamos antes.
Ten en cuenta estos consejos que te ayudarán a gestionar tu ropa de cama con mucha más facilidad. Prepárate: te convertiremos en un experto en la limpieza de dormitorios. ¡Que tengas dulces sueños !
Los primeros pasos
Dale un descanso a tu secadora.
Tus sábanas salen de la secadora completamente arrugadas (es decir, casi arruinadas). La solución es no sobrecargar a tu mejor amiga, para que al final del secado, las arrugas se alisen (esto solo ocurre porque cuando la lavadora está llena, no hay espacio para que la tela salga ilesa). Intenta lavar las sábanas por separado y asegúrate de llenar la carga solo hasta la mitad.
Modo “Delicadeza”, siempre.
Si su lavadora tiene la función "ropa delicada" (o de bebé), recuerde usarla, ya que será su mejor aliada para el cuidado de su ropa de cama. Además, lave la ropa de cama con agua fría, ya que las altas temperaturas pueden degradar las fibras con el tiempo y hacer que se encojan. Tenga cuidado con la cantidad de jabón que usa, ya que una cantidad excesiva puede dejar las sábanas rígidas y con mal olor.
No dejes que se seque completamente.
Saca la ropa de cama de la secadora unos minutos antes de que termine el ciclo, mientras aún esté ligeramente húmeda. Esto ayudará a alisar las arrugas antes de que se formen. Intenta extenderla inmediatamente sobre la cama, extenderla completamente y alisarla. Luego, rocíala con spray para ropa blanca y dile adiós a la plancha.
Cómo hacer que tu ropa huela bien
¿Hay mejor sensación que sumergirse en sábanas suaves, perfumadas y recién lavadas después de un largo día? Tenemos que admitirlo: detalles como estos hacen que cada día sea más agradable.
Lavar las sábanas no tiene por qué ser una tarea ardua. El secreto para una cama con un aroma fresco es usar sábanas recién lavadas. Pero hay otros consejos valiosos:
- Seca bien la ropa de cama antes de guardarla en el armario. Sí, dijimos que sacaras la ropa de la secadora un poco antes para evitar arrugas, ¡pero eso no significa que debas guardarla después! Guardar las sábanas húmedas puede generar olores desagradables. Si prefieres secar la ropa al aire libre, sécala siempre al aire libre (si es posible) para mantenerla seca. Necesita respirar;
- Utilice acondicionador al lavar;
- Prueba a usar sprays para telas para refrescar tu ropa. Puedes elegir un aroma relajante, como lavanda, que incluso puede ayudarte a dormir mejor.
- Ventila todo con regularidad para evitar la humedad en la cama. Esto incluye ventilar el colchón (no todos los días).
Truco de almacenamiento infalible:
Doblar y meter sábanas adicionales debajo del colchón te ayudará a ahorrar espacio y a asegurarte de que estén justo donde las necesitas, siempre. Dóblalas bien y colócalas una al lado de la otra (¡para evitar que se conviertan en princesas y guisantes!).
Nota: Si tu colchón es muy viejo, este consejo no es para ti.
¿Secar al sol o en la lavadora?
Cada método de secado tiene sus propias ventajas. La principal razón por la que la mayoría de la gente usa una secadora es la comodidad. Es cuestión de tiempo.
Por otro lado, si no vives en una zona con alta contaminación atmosférica, también hay buenas razones para dejar secar la ropa al sol: no aumentará tu factura de la luz, durará más (no se encogerá) y se beneficiará del sol, que es una especie de "desinfectante natural". Sin embargo, recuerda que no puedes controlar la aparición de mosquitos en tus sábanas.
Si vives en una ciudad grande, lo mejor es secar tu ropa en la secadora para mantenerla limpia y ahorrar tiempo; si vives en un lugar limpio como el campo, puedes colgar tu ropa de cama afuera para sentir la naturaleza.
Ninguna elección tiene solo un lado positivo. Intenta adaptar tus preferencias a tu realidad.
Cómo hacer la cama perfecta
Uno de los enigmas más profundos de la vida de una ama de casa: ¿cómo hacer la cama perfecta? Todos admiramos las casas que aparecen en las páginas de las revistas de diseño de interiores, especialmente aquellas donde encontramos camas que parecen sacadas de un sueño.
Aunque requiere un poco de esfuerzo, todos podemos llevar nuestra cama (y dormitorio) al siguiente nivel. Hay fórmulas sencillas para lograrlo. Sigue leyendo para convertirte en un verdadero experto en este "juego de dormitorio".
Añadir capas.
Añadir capas es clave para crear una cama elegante, acogedora y cómoda. Elige texturas neutras y acogedoras; juega con estampados y colores para crear profundidad y contraste.
Dobla el edredón por la mitad y luego dobla la parte superior en tres partes. Esto le dará un toque mucho más sofisticado al conjunto.
Almohadas a juego.
Combina las almohadas más grandes con el edredón y colócalas detrás de las más pequeñas. También puedes apilarlas para un look más moderno. Cambia esta disposición cada tres noches.
Añade tu toque final.
Colocar una manta doblada a los pies de la cama es un buen comienzo. Esto complementa la paleta de colores o añade una nueva textura a la mesa. Elige pequeños accesorios (solo unos pocos, para evitar sobrecargar la información) y agrúpalos de tres en tres para decorar la mesita de noche.