¿Y si dijéramos que el cuerpo habla? ¿O que las personas emocionalmente equilibradas enferman menos? Según Cristina Cairo, psicóloga y experta en lenguaje corporal y campos como la medicina china y la PNL (Programación Neurolingüística), nuestro estado emocional (que nos acompaña desde que nacemos) y nuestras creencias limitantes son los verdaderos culpables de todos nuestros problemas de salud, tanto físicos como mentales.
Cláudia Marquês, estudiante de medicina en la Escuela de Medicina Tradicional China de Lisboa, explica que «los dos principios básicos de la Medicina Tradicional China son el yin y el yang , así como los cinco movimientos/elementos» y que «una persona más yin siempre es más introvertida, hogareña, sensible al frío y más propensa a un estado de ánimo cambiante, mientras que una persona yang es precisamente lo contrario. Es más vivaz, dinámica y extrovertida».
Según la futura doctora, «en la medicina china, se cree que, en la mayoría de los casos, las causas de las enfermedades físicas graves provienen de trastornos emocionales». El concepto de los cinco elementos, a su vez, se traduce en que cada órgano y víscera está conectado a una emoción específica. «El hígado y la vesícula biliar se relacionan con la ira; el corazón y el intestino delgado con la alegría; el bazo, el páncreas y el estómago representan la preocupación; los pulmones y el intestino grueso con la tristeza; y, finalmente, los riñones y la vejiga representan el miedo», explica Cláudia.
Por mucho que intentemos liberarnos de ciertos sentimientos y emociones, el inconsciente, que representa el 95 % de nuestra mente, sabe con precisión todo lo que pensamos y comprende a la perfección nuestras ansiedades, nuestras rebeldías, nuestros deseos, nuestras luchas internas y todo lo que forma parte de nosotros. Por eso nos envía señales a diario, señales que pueden interpretarse como respuestas.
Para evitar que una emoción negativa se manifieste en el cuerpo físico, debemos resolver los problemas emocionales.
La teoría de que nada ocurre por casualidad está estrechamente relacionada con este tema. Según Cristina Cairo, nuestro cuerpo es una especie de pantalla donde proyectamos nuestras emociones, y las negativas acaban manifestándose en forma de enfermedad física. La psicóloga argumenta que todo esto es una somatización que revela resentimiento, infelicidad, dolor e ira, y culmina en enfermedad, especialmente cuando estos sentimientos negativos se acumulan durante años. Para evitar que las emociones negativas se manifiesten en el cuerpo físico, debemos abordar los problemas psicológicos y emocionales inherentes a nosotros.
António Damásio, uno de los mayores científicos del mundo en el estudio del cerebro humano, también sostiene que es imposible entender cómo funciona nuestra mente sin tener en cuenta nuestras emociones.
Cristina Cairo también comparte esta idea, creyendo que cualquier problema de salud tiene una causa emocional, psicológica e incluso espiritual. Así, las emociones que albergamos (a menudo sin darnos cuenta) pueden desencadenar enfermedades o incluso accidentes, una forma de alerta generada por el inconsciente. El cambio y la sanación implican una transformación interna, para que el cuerpo recupere la salud, sin olvidar que esta es un reflejo de nuestra mente.
Estudios recientes en el campo del psicoanálisis respaldan esta línea de pensamiento y se relacionan con la tesis de que las enfermedades pueden curarse mediante la sanación de las emociones. Las principales emociones negativas que nos afectan son... Culpa, resentimiento y miedo. Es crucial aprender a dejarlos ir para que no se conviertan en algo más grave en el cuerpo físico. Debemos sanarnos de adentro hacia afuera y participar en terapias/actividades —reiki , yoga , acupuntura, etc.— que finalmente nos permitan liberarnos de patrones negativos.