Con el aroma de las flores de la planta que le da nombre, el té de jazmín se elabora típicamente a partir de hojas de té verde. Sus orígenes se remontan a China y Persia. Una de las razones por las que el té de jazmín es tan popular es su amplia gama de beneficios para la salud en general, gracias a sus característicos nutrientes.
Aroma y sabor
En general, los distintos tipos de té de jazmín se clasifican como tés aromatizados, ya que las flores se utilizan a menudo para realzar su autenticidad. El proceso de aromatización consiste en secar las hojas de té junto con flores frescas de jazmín. Las flores se reemplazan cada 24 horas, y esta transformación completa puede tardar varios días (según el gusto de cada uno). Normalmente, el sabor del té verde de jazmín es bastante sutil y delicado, con notas florales frescas.
Los beneficios para la salud
Lo cierto es que hablamos de un té verdaderamente especial, repleto de poderosos compuestos vegetales que actúan como antioxidantes en nuestro organismo y protegen nuestras células del daño de los radicales libres. Estos compuestos se han relacionado con múltiples beneficios, como la pérdida de peso y un mejor control del azúcar en sangre.
Una fórmula valiosa para reducir la grasa corporal, este té ayuda a quemar hasta 100 calorías al día. Estas propiedades quemagrasas se relacionan, en cierto modo, con la cafeína presente en su composición. Un estudio de 2012 publicado en la Base de Datos Cochrane de Revisión Sistemática reveló que las propiedades antioxidantes del té verde de jazmín ayudaban a acelerar el metabolismo, lo que hacía que el ejercicio fuera más efectivo y ayudaba al cuerpo a procesar los nutrientes con mayor rapidez, un paso crucial para perder peso.
Por otro lado, el té de jazmín es bueno para el corazón y también puede promover una mejor salud bucal. Gracias a sus catequinas, protege contra la caries dental eliminando las bacterias que forman la placa. Además, su consumo mejora el aliento al eliminar las bacterias que causan el mal aliento.
Beneficios para la piel
Las flores de jazmín y sus aceites esenciales poseen propiedades antibacterianas y antioxidantes que ayudan a mantener la piel en óptimas condiciones. Los aceites se pueden usar tópicamente para heridas y cicatrices, y el té, a su vez, también ofrece excelentes beneficios para la piel.
Los polifenoles de este té ayudan a retardar el proceso de envejecimiento al eliminar los radicales libres que pueden causar arrugas y daños en la piel, al mismo tiempo que trabajan para emparejar la pigmentación de la piel y minimizar las líneas finas.
Los poderes ocultos
También existen ciertos poderes ocultos asociados al jazmín, de los que rara vez se habla. Curiosamente, dado que esta planta está profundamente conectada con el reino del pensamiento divino y la pureza, puede eliminar lo menos puro que llevamos dentro, algo que se traduce perfectamente en el té, ya que desintoxica nuestro cuerpo a todos los niveles.
Conocido como la flor de la atracción, el jazmín es un elemento común para promover el amor y los deseos más espirituales, evocando sentimientos de pasión y afecto. Sus propiedades calmantes afectan nuestra mente, estimulando nuestra sensualidad y belleza interior. Al usarse en aceites corporales, también puede despertar nuestra energía creativa.
Lo importante de esta maravilla del mundo herbal es, en esencia, que es deliciosa y fácil de incorporar a nuestra dieta. Este té se puede comprar en bolsitas o en hojas sueltas. Para prepararlo, simplemente vierta el té en una tetera y añada agua caliente entre 70 °C y 80 °C, evitando que hierva, ya que esto puede opacar el delicado sabor del té. Deje reposar de 3 a 5 minutos, cuele y sirva. El siguiente paso es solo uno: disfrute y relájese.
