En verano, nos apetece reunirnos con amigos para picar algo y pasar un día relajado. Sin embargo, cuando pensamos en una barbacoa, inmediatamente pensamos en salsas y salchichas cargadas de calorías.
El secreto para no arruinar por completo tu alimentación saludable es seguir esta guía. Así, podrás complacer a todos.
Un aviso: después de este compartir, las próximas barbacoas siempre serán en vuestra casa.
Regla #1:
Marinar todas las carnes, es decir, dejarlas sazonar varias horas antes de empezar la barbacoa . Esto permitirá que la carne adquiera sabor. Usar ajo, vino blanco o cerveza y algunas hierbas al gusto. Nunca añadir sal al marinado, ya que deja la carne masticable (añadir la sal inmediatamente).
Regla #2 :
Utilice carnes blancas, como el pollo.
Regla #3:
Uso de verduras para asar: calabacín y berenjena en rodajas finas, cebolla, espárragos y pimientos. Idealmente, se recomiendan brochetas de verduras y dados de carne para que las verduras absorban el sabor de la carne. No olvides la ensalada colorida, imprescindible en una barbacoa .
Regla #4 :
Nunca coma las vetas negras que se forman en el exterior de la carne o el pescado. Las sustancias que se forman en estas vetas quemadas son cancerígenas. Si es inevitable, la única manera de minimizar el riesgo es comer una porción abundante de ensalada, para que los antioxidantes combatan los compuestos cancerígenos formados en la carne.
Regla #5:
Tenga piña o piña cortada en rodajas finas para asar. Esta fruta ayuda a la digestión de las proteínas (gracias a la bromelina, una enzima que las digiere) y, por lo tanto, facilita la digestión de la carne.
Regla #6:
Usa una salsa barbacoa saludable. En lugar de usar salsas comerciales, que están cargadas de azúcar, sal y grasa, prueba a preparar la tuya con cebolla picada, pasta de tomate, ajo, vinagre balsámico, pimentón y un poco de miel.