¿Alguna vez has tenido problemas para pensar mientras trabajas o simplemente has olvidado lo que estabas pensando a mitad de una frase? No te preocupes, esto sucede con bastante frecuencia, sobre todo cuando intentamos hacer varias cosas a la vez.
Algunos argumentan que la multitarea es un mito y que intentar hacer dos cosas a la vez suele resultar en más errores y menos tareas completadas con éxito. En lugar de hacer dos cosas simultáneamente, nuestro cerebro alterna entre ambas funciones y no puede concentrarse en ninguna.
“El concepto de Fika es un estado mental que implica reservar un tiempo cada día para hacer una pausa, contemplar los aspectos simples de la vida y recargar las pilas”.
Como organismo vivo, nuestro cerebro está sujeto a límites biológicos naturales que se benefician significativamente de pausas frecuentes y conscientes para maximizar sus recursos de atención.
Aquí es donde entra en juego el concepto sueco de fika , a menudo traducido como "una pausa para tomar café y pastel", pero que en realidad es mucho más que eso. Es un estado mental y una actitud —un ritual, por así decirlo— que implica reservar un tiempo cada día para hacer una pausa, contemplar las cosas sencillas de la vida y recargar energías.
Varios estudios revelan que esta y otras prácticas similares pueden reducir el estrés y liberar nuestra capacidad de productividad e innovación. Se ha demostrado que tomar descansos frecuentes durante el trabajo mejora la concentración y el rendimiento. Una jornada laboral más corta puede aumentar la productividad, y los momentos de tranquilidad, combinados con la reflexión interna, la positividad y el distanciamiento de los desafíos, pueden propiciar reflexiones fructíferas y momentos decisivos para el éxito en las tareas en cuestión.
Concentra tu energía en una tarea a la vez.
Un estudio del NeuroLeadership Institute concluyó que el pensamiento, la resolución de problemas y la comunicación están fuertemente impactados por la gestión activa de los procesadores del cerebro.
Cuando te fijas una meta y te concentras exclusivamente en lograrla, es probable que te sientas más feliz y satisfecho al final del día. Planificar tu día para concentrar tu energía en una sola tarea a la vez puede ser la mejor opción. Aunque parezca increíble, revisar tus correos electrónicos solo a una hora específica, para no revisarlos de forma intermitente, puede ser revolucionario. Por eso, si dedicas tiempo sin distracciones a responderlos, te aseguras de que reciban toda tu atención.
El problema del correo electrónico es solo un ejemplo ilustrativo, ya que la misma actitud se aplica a todo lo demás. Cuando dedicas toda tu atención a una sola cosa a la vez, disfrutas más fácilmente de un estado de flujo de trabajo creativo.
No romanticemos el ajetreo y el bullicio constante.
Creer que el ajetreo constante es socialmente valorado y que siempre tenemos que estar haciendo algo puede ser contraproducente, ya que te deja fácilmente estresado, apurado y siempre con cinco minutos de retraso. Como resultado, hablas por teléfono mientras conduces, intercambias correos electrónicos mientras cuidas a tus hijos o finalizas una propuesta mientras terminas de comer. Todos estos comportamientos nos impiden estar plenamente presentes y dar lo mejor de nosotros mismos, ya que nos centramos en varias cosas a la vez. Concéntrate en un objetivo a la vez y aprende a respirar para disfrutar al máximo de la vida.