Vivimos en una era de presión constante, donde las exigencias de la vida personal y profesional parecen multiplicarse sin cesar. Sentimos que necesitamos "hacerlo todo": construir carreras profesionales exitosas, cuidar de nuestras familias, mantener relaciones sanas y, aun así, encontrar tiempo para el autocuidado. Esta necesidad de equilibrar múltiples esferas de la vida, sin descansos ni momentos de descanso, crea una sensación de sobrecarga y agotamiento constantes.
Esta situación suele conducir al desarrollo de una condición cada vez más común: el síndrome de burnout. Pero ¿qué es exactamente el burnout y cómo podemos aprender a gestionarlo para pasar del caos a la calma?
¿Qué es el Burnout?
El síndrome de burnout no es solo cansancio común. Según la Asociación Americana de Psicología (APA) , es un síndrome psicológico que implica agotamiento emocional, despersonalización y una disminución de la sensación de logro personal, especialmente en el ámbito laboral. Se trata de una respuesta prolongada a factores de estrés crónicos en el trabajo, donde el equilibrio entre las exigencias y los recursos personales está desequilibrado. Aunque inicialmente se identifica en el ámbito profesional, el síndrome de burnout puede surgir en cualquier ámbito donde el estrés prolongado y las exigencias diarias superen nuestra capacidad de afrontamiento.
El impacto del agotamiento en las mujeres
Para las mujeres, el agotamiento puede ser aún más difícil debido a la sobrecarga de roles. Además de las responsabilidades profesionales, muchas acumulan tareas familiares y domésticas, lo que genera presión adicional. La idea de que debemos "gestionarlo todo" contribuye al agotamiento emocional y físico. Sin embargo, el agotamiento no es solo un problema individual; a menudo refleja estructuras organizacionales y culturales que exigen más de lo razonable.
Señales de advertencia del agotamiento
Reconocer las señales del síndrome de burnout es el primer paso para combatirlo. Estas señales pueden ser emocionales, cognitivas, físicas y conductuales:
Signos afectivos:
- Sentimiento de incompetencia
- Sentimientos de indiferencia
- Desmotivación, aislamiento
- Sentimientos de desánimo, desesperanza, tristeza.
Signos cognitivos:
- Dificultad para concentrarse
- Sentimiento de incompetencia
Signos físicos:
- Cansancio físico y emocional, fatiga.
- Dificultad para respirar, taquicardia, tensión muscular.
Señales de comportamiento:
- Dedicación excesiva al trabajo, viviendo la vida en función de él.
- Poca inversión en necesidades personales
- Inestabilidad emocional (comportamiento frío, agresivo, irónico)
Causas y factores de riesgo del síndrome de burnout
Existen varios factores que pueden contribuir al síndrome de burnout, más allá del estrés individual. Los principales incluyen:
- Factores organizacionales : Sobrecarga de trabajo, horarios laborales largos o inflexibles y desajuste entre los valores personales y la cultura de la empresa.
- Factores relacionados con la propia actividad profesional : La naturaleza de las tareas, las competencias requeridas, la autonomía, las relaciones interpersonales en el trabajo y el estilo de gestión.
- Factores individuales : Como la relación de la persona consigo misma, los rasgos de personalidad y la dificultad para reconocer sus propias necesidades.
¿Qué podemos hacer?
Cuando se instala el agotamiento, es crucial actuar con rapidez. Aquí tienes algunas sugerencias de intervenciones personales y profesionales que pueden ayudarte a recuperar el equilibrio:
Intervenciones personales:
- Reduce el ritmo y tómate un tiempo para ti.
- Practica técnicas de relajación, como la meditación o la atención plena.
- Presta atención a las señales que te da tu cuerpo.
- Pasa más tiempo con tu familia y amigos.
- Cuídate: una dieta equilibrada, ejercicio regular y descanso son fundamentales.
- Trabaja el autoconocimiento y el desarrollo personal.
- Desarrolla habilidades como la asertividad, la escucha activa y la resiliencia.
- Fortalece tu autoestima y flexibilidad emocional.
- Gestiona tus expectativas ajustándolas a la realidad.
Y recuerda: está bien decir "no". A menudo nos sentimos presionados a aceptarlo todo, pero es importante establecer límites. Delegar tareas y evitar la multitarea son maneras efectivas de reducir el impacto del estrés diario.
Intervenciones en el contexto profesional:
- Identifique las fuentes de estrés y trate de minimizar la exposición a estos riesgos.
- Optimiza la gestión de tus tareas, delega siempre que sea posible.
- Construya una red de apoyo en el trabajo, hable con colegas y supervisores.
- Busque nuevas oportunidades o alternativas en el mercado laboral o dentro de su propia organización.
- Establezca límites y prioridades claras en su entorno profesional.
- Flexibilice su horario de trabajo siempre que sea posible.
- En caso necesario, solicitar baja médica.
Gestionar el síndrome de burnout es mucho más que practicar el autocuidado: se trata de lograr un equilibrio entre la vida laboral y personal y exigir cambios en el entorno que nos rodea. No estás solo en esta lucha.
Reconoce las primeras señales, adapta tu entorno de vida y trabajo, y cuídate como te mereces. Pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia. Recuerda que el autocuidado puede parecer un lujo, pero es una necesidad. Prioriza tu bienestar y te darás cuenta de que es posible pasar del caos a la calma, viviendo con mayor salud y serenidad.
Si te identificas con alguno de los signos o conoces a alguien que pueda estar experimentándolo, es fundamental buscar ayuda especializada con tu Médico de Familia o servicios de salud mental (psicología y psiquiatría).
Si no se trata, el síndrome de burnout puede agravarse y derivar en problemas más graves como depresión, ansiedad crónica, trastornos del sueño, problemas físicos (como enfermedades cardiovasculares), aislamiento social, disminución del rendimiento profesional e incluso abuso de sustancias. Estos síntomas prolongados pueden afectar gravemente la calidad de vida, tanto personal como profesional, dificultando y prolongando la recuperación.
Carolina Oliveira Borges
Psicóloga Clínica Senior Especialista en Psicología Clínica y de la Salud, Directora RUMO .
Trabaja principalmente en las áreas de regulación emocional, trastornos del estado de ánimo, ansiedad, personalidad, trauma y duelo, con especial atención a adultos y adolescentes. Número de licencia profesional: 18800.
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Sociedad Brasileña de Cardiología. Revista de Factores de Riesgo - N.° 37, Año 10 (2015)