Nuestro hogar debería ser nuestro santuario. Si disfrutas meditando, es fundamental crear un espacio relajante y cuidadosamente diseñado para este momento de silencio y relajación. Esto te ayudará a sentirte más tranquilo y te permitirá concentrarte más en el presente.
Crea tu rincón especial .
Cada espacio de nuestro hogar tiene su propio propósito. Por eso, y si la meditación forma parte de tu rutina, es importante procurar destinar un espacio específico para esta práctica.
Crear este "rincón especial" te animará a mantener este hábito en tu vida y a tranquilizar tu alma cada vez que entres en él. Al fin y al cabo, si empiezas a meditar en este mismo lugar repetidamente, se convertirá en una verdadera fuente de energía positiva y tranquilidad.
Si ya piensas que necesitarás mil y un objetos, respira hondo. Como en muchas otras situaciones de la vida, menos es más. Lo importante es seguir tu intuición y elegir la habitación donde te sientas más en paz. No necesitas transformar una habitación por completo, pero es importante que esté libre de desorden y de cosas que te perturben.
Tras elegir la habitación y el espacio, es importante saber elegir los tonos ideales para la decoración. ¿Qué colores transmiten más seguridad y serenidad? Piénsalos y elígelos. Opta por accesorios de materiales naturales y, para que el espacio sea más acogedor, velas, colchones, mantas y almohadas serán bienvenidos y siempre lucirán bien.
Los Aires de la Naturaleza son fundamentales.
Otro punto interesante es darle un toque de naturaleza a este espacio, haciéndolo más acogedor. Decora el espacio con plantas. Esto mejorará significativamente la calidad del aire y te sentirás mucho más conectado con la Madre Tierra. Recuerda elegir el tipo de luz que te haga sentir mejor y te permita una mayor concentración. La luz natural siempre es una excelente opción.
Termina con un toque de magia!
Ahora que tienes tu rincón especial, puedes colocar incienso para transportar tu mente a lugares de paz. Baja las luces, enciende velas y relájate. Aprovecha para completar tu decoración con el toque mágico de piedras como el cuarzo, la amatista o la selenita, que son verdaderas fuentes de energía positiva. Y si no crees que los cristales tengan poder, no te preocupes: ¡las piedras preciosas son el placebo más refinado que existe!