Somos mujeres, amigas, hermanas, primas, hijas, madres, novias, esposas. Somos todo y más, siempre corriendo de una cosa a otra, haciendo una tarea mientras ya pensamos en la siguiente. Nuestra vida diaria es increíblemente desafiante y, a veces, cuidar nuestro bienestar mental queda en segundo plano.
A pesar de toda la información que tenemos sobre los beneficios de practicar la atención plena, no siempre sabemos cómo hacerlo. Hoy en día, existen innumerables maneras de practicarla, desde una tarea sencilla como cepillarse los dientes hasta inhalar y exhalar. Sin embargo, ninguna de estas prácticas es tan estimulante como dibujar.
Al llegar a casa después de un largo día, apaga el teléfono, guarda la televisión y aléjate del estrés. Ve a la estantería, coge un libro para colorear y lápices, y entrégate al momento. Antes de que te des cuenta, estarás en otro universo donde reinan la paz y la armonía.
Esta terapia tiene varias ventajas, como:
- Desconexión cerebral: al colorear, activamos tanto la parte lógica como la creativa del cerebro. De esta manera, nos desconectamos de los pensamientos y las emociones.
- Damos alas a nuestra creatividad: dedicar nuestro tiempo a actividades que nos producen placer ayuda a aumentar nuestra creatividad, especialmente cuando estamos coloreando un dibujo;
- Realizamos una actividad por puro placer: con nuestra vida diaria tan exigente, rara vez nos detenemos a pensar en cuántas veces dedicamos un rato a hacer algo que disfrutamos. Quizás colorear no sea una actividad que disfrutes ni te relaje.
Nuestra salud mental es tan importante como nuestra salud física. Aunque tengas una vida muy ocupada, nunca olvides dedicarte al menos una hora al día enteramente a ti mismo. Dedicarte tiempo y disfrutar de tu propia compañía no es egoísmo; es amor propio.