En un minuto de agua corriente, se pueden desperdiciar 12 litros de agua; cada descarga del inodoro consume unos 15 litros de agua; un grifo que gotea cada cinco segundos durante 24 horas puede desperdiciar 30 litros de agua al día. Todos estos datos son sorprendentes, por no decir impactantes.
El agua es la base de toda vida; cae del cielo en forma de lluvia y nos rodea en océanos que cubren casi tres cuartas partes de la superficie del planeta. El setenta por ciento de la Tierra es agua, pero solo una pequeña parte es agua dulce; el resto es agua salada, que no se puede utilizar. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que para 2050, una gran parte de la población mundial podría sufrir escasez de este recurso esencial. Pero ¿qué podemos hacer para contrarrestar esto?
Todo lo que hacemos requiere agua y, como la población mundial sigue creciendo, es probable que la necesidad de soluciones se vuelva aún más urgente.
Fuente de vida en la tierra
La escasez de agua es un problema real que afecta actualmente al 7% de la población mundial y, según cálculos de la ONU, se espera que aumente en 2050, debido a la demanda de los sectores industrial y doméstico de las economías emergentes y al aumento de la población mundial.
El agua, víctima de la industria de la moda
La industria de la moda depende en gran medida del agua para sobrevivir. La moda es un negocio que consume mucha agua, desde el riego de los cultivos de algodón hasta el lavado de ropa en casa. Se necesitan miles de litros de agua para producir un par de vaqueros y más de dos litros para producir un solo suéter de algodón.
Pero el consumo de agua no es el único problema en la fabricación de prendas de vestir: la contaminación hídrica también es una preocupación importante. Alrededor del 20 % de las aguas residuales mundiales proviene de los procesos de teñido de la industria de la moda, que implican el uso de diversos productos químicos.
Las marcas pueden reducir el consumo de H2O mediante acciones como:
- El suministro de algodón producido de forma sostenible a través de normas internacionales y programas agrícolas;
- Proporcionar instrucciones claras a los consumidores para reducir el uso de agua y energía;
- Trabajar con unidades de producción que reciclan o reutilizan el agua efluente del procesamiento;
- Trabajar con socios de la industria para reducir y eliminar el uso de agua en los procesos de teñido, lavado y acabado.
¿Cómo podemos reducir nuestra huella hídrica?
La huella hídrica es un indicador ambiental que calcula el volumen de agua dulce (litros o metros cúbicos) utilizado a lo largo de toda la cadena de producción de un bien o servicio de consumo. El concepto se creó en 2002 y busca concienciar sobre el enorme volumen de agua que requieren nuestros procesos de producción y estilos de vida, con el fin de promover un uso más racional y sostenible.
Hay varias formas en las que podemos hacer nuestra parte y reducir nuestro consumo de agua, entre ellas:
- Evitar la ropa de mezclilla, cuero y poliéster, dando preferencia a tejidos elaborados con algodón orgánico;
- Lavamos menos nuestra ropa;
- Reducir la duración del baño;
- Invertir en alimentos sostenibles y reducir el consumo de alimentos que requieren más agua (por ejemplo, la carne);
- En el entorno empresarial, promover el reciclaje, la reutilización y el consumo ecológico, contratando proveedores comprometidos con la reducción de su huella hídrica;
- Utilice siempre un lavavajillas y/o una lavadora llenos;
- Reciclar y consumir papel reciclado;
- Reutilizar el agua y reducir el uso de la cadena del inodoro;
- Cepíllate los dientes con un vaso de agua (de esta manera podrás ahorrar hasta 3 litros de agua);
- Cierre todos los grifos correctamente.