Amor propio: ¿Cómo amarme y respetarme por el resto de mi vida?

Ante esta nueva y desagradable situación social, que puede generar mayor ansiedad, además de tristeza y angustia, la pregunta es: ¿Te quieres a ti mismo? ¿Te has tomado el tiempo de conocerte y aceptarte, con todas tus fortalezas y debilidades? ¿Te respetas? ¿Respetas tu tiempo, tus limitaciones? ¿Te has cuidado bien? Si te sientes muy cansado, probablemente ni siquiera sepas qué decir. No te preocupes. Créeme, ahora mismo no estás solo. Son pocos los que logran vivir sin sentir profundamente lo que sucede en nuestro país y en el mundo.

La preocupación es constante. La duda prolifera, generando miedo. Y el miedo a su vez genera duda. Sin embargo, todo lo que sucede nos confirma lo que siempre se ha dicho: tenemos poco control sobre la vida. Lo que sí controlamos, y lo que aún no es fácil de controlar, son nuestros pensamientos, nuestra forma de reaccionar ante los acontecimientos de la vida y dentro de ella. Nuestros pensamientos son, la mayoría de las veces —si no casi siempre— responsables de nuestro comportamiento, tanto físico como emocional y visceral. Sí, nuestros órganos responden a todas estas órdenes que provienen de la mente, que lo controla todo.

Así que tienes que empezar a intentar pensar de forma diferente. Y cuando digo diferente, no descarto lo negativo. La positividad debería explicarse mejor. Y sí, todo empieza por ti. ¡No te asustes! Aunque es difícil, porque hay hábitos mentales que cambiar, se puede lograr, y es posible empezar a pensar de forma diferente.

Uno de los cimientos que debemos construir está en nosotros mismos. Es fundamental mantener la autoestima, pero la autoaceptación y el amor propio son las muletas que nos sostienen cuando está baja. La autoestima se define por cómo nos evaluamos, teniendo en cuenta los estándares (siempre en gran medida inconscientes) que rigen nuestra sociedad y familia. La autoaceptación, que fomenta el amor propio, se refiere a cómo nos tratamos, cómo lidiamos con nuestras buenas cualidades, nuestras menos buenas cualidades y con lo que, aunque con el tiempo, nunca seamos ni tengamos.

¿Cómo puedes amarte más a ti mismo, a tu ser interior? ¿Cómo puedes aceptar tus limitaciones y destacar tus verdaderas cualidades para sentirte más fuerte, aprovechando al máximo tu vida y dejando ir lo que no puedes controlar?

Empieza por responder a esta pregunta: ¿Cuánto tiempo sueles pasar compadeciéndote de ti mismo? Piensa, pero no te culpes demasiado. Relájate. Siéntete libre de hacerlo. De hecho, deberías acostumbrarte a que estar vivo y ser humano implica, de vez en cuando, sufrir. Implica no estar bien, sin que eso signifique que eres así, sin que eso te defina como persona.

Sin embargo, no deberías hacerlo por mucho tiempo (compadecerte), ya que no significa amarte ni respetarte. La autocompasión excesiva significa castigarte, maltratarte. Nuestra mente no puede reemplazar nuestros pensamientos por sí sola. Por lo tanto, si queremos que una emoción en particular pase, debemos considerar que son nuestros pensamientos los que la alimentan y, por lo tanto, debemos cambiar nuestro enfoque. No es fácil, lo sabemos. Pero con calma y perseverancia, puedes lograrlo. Lee atentamente los siguientes consejos y ponlos en práctica sin demora. ¡Es urgente volver a amarte! Tu ser interior, más que nunca, te necesita.

Es importante tener tiempo para ti. Tiempo de calidad.

Dedícate una hora al día solo para ti. Puedes dividirla en dos medias horas en diferentes momentos, o en cuatro cuartos de hora, por ejemplo, repartidos a lo largo del día. Retoma esa actividad que sabes que te sienta tan bien, aunque sea por videollamada. Come esa comida que te encanta (y no la que te sugieren otros); escucha esa canción que, inconscientemente, te hace bailar sin darte cuenta (y no la que solo escuchas porque está de moda); ponte la ropa que te hace feliz (y no la que a los demás les queda bien); ve esa serie que te cautiva como ninguna otra e ignora las bromas en casa.

Entiende de una vez por todas que eres humano y que sientes.

Empieza a aceptar las emociones que experimentas sin juzgarte. Sin embargo, no las alimentes. Luego, intenta pensar en otras cosas, personas o acontecimientos de la vida que te traigan felicidad. Intenta escuchar meditaciones o podcasts relacionados con el Escáner Emocional o la Fórmula de la Lluvia . Te ayudarán a comprender mejor esta idea.

Limita el tiempo que pasas sintiéndote mal por ti mismo.

Llorar es bueno, y estar de luto un rato no siempre es tan negativo como a veces pensamos. ¡Necesitamos desahogarnos! Sin embargo, ponte un límite de tiempo. No dejes que esta actitud te controle. No te hará ningún bien y solo aumentará esta sensación de depresión. Para comprender mejor y poner en práctica el concepto de autocompasión, busca en línea meditaciones y podcasts con el mismo nombre. Escúchalos con la mente y el corazón abiertos.

Recuerda tus cualidades y mantente ocupado mejorándolas.

Estoy seguro de que tus amigos y familiares pueden ayudarte a recordar tus virtudes. Aprovecha y haz una lista con dos columnas. En una, escribe lo que consideras bueno de ti mismo, y en la otra, lo que crees que "tendrás" que no sea tan bueno. No pierdas el tiempo con autocríticas y céntrate en estrategias para mejorar (o mantener) tus cualidades potenciales y minimizar tus posibles defectos.

Deja ir lo que necesita irse.

Permítete soltar a quienes quieren irse de tu vida y liberarte de objetos o situaciones que ya no tienen sentido para ti. Deja ir las ideas y creencias limitantes que han demostrado ser inadecuadas y perjudiciales. Comprende que todo es un ciclo y que todo lo que está destinado a permanecer contigo, desde personas hasta situaciones, solo se quedará si está destinado a ser.
Haz todo lo posible por aferrarte a lo que quieres en la vida, pero luego déjalo ir. Deja que fluya. Todo sucede por algo.

Haga este ejercicio todos los días:

Tómate un momento cada día para mirarte al espejo, a los ojos. No temas lo que puedas sentir. Intenta olvidarte del mundo exterior y concéntrate en tu mirada. Mírate a los ojos. Si puedes, di: "¡Me gustas!". Luego, pregúntate a ti mismo: "¿Qué puedo hacer hoy por ti para hacerte feliz?".

Quizás no puedas hacer este ejercicio o te sientas sensible y triste al hacerlo. Esto es común porque no estamos acostumbrados a hablarnos así. Si te pasa, no te preocupes. Es cuestión de costumbre. Pero inténtalo. Si te sientes triste, concéntrate en algo que te haga feliz. Y piensa en qué mimos puedes darte hoy: ¿ir a la manicura? ¿Ver esa película que llevas tiempo posponiendo? ¿Hablar con esa amiga que tanto quieres? ¿Comer ese pastel que has estado evitando? Sea lo que sea, está a tu alcance y no te hará daño, ¡anímate y hazlo hoy!

Somos los únicos compañeros que nos acompañarán siempre, día y noche, sin falta, hasta el final de nuestras vidas. Así que cuídate, aprende a amarte y a respetarte. Todo lo demás fluirá mejor, y por fin habrá espacio para lo que más deseas: amor, paz, alegría y motivación.



Vanda do Nascimento es terapeuta, coach e instructora de mindfulness en la Escola de Mindfulness Essencial , fundada por ella en 2016. Comenzó su carrera como docente en 1997, graduándose en Pedagogía. Por esa misma época, también comenzó a estudiar Reiki, Meditación y Mindfulness. Posteriormente, estudió psicología y profundizó en el mindfulness para continuar su lucha por controlar el estrés y la ansiedad.

Productos que te gustarán

Más artículos del blog

Dicas Para Ser Uma Pessoa Mais Organizada
¿Acumulas tareas con frecuencia? ¿Tienes ropa desparramada por tu habitación? ¿Cuánto tiempo llevas con tu vida hecha un desastre? No te preocupes. Siempre hay tiempo para aprender más sobre organización...
A Ciência do Foco: como melhorar a concentração
Cuando hablamos de concentración, ya conocemos las reglas: tener un horario, anotar nuestras tareas, mantener el móvil lejos... Pero déjame preguntarte: si ya sabemos, en teoría, qué hacer para mantener...
Relacionamentos saudáveis: como cultivar conexões significativas numa rotina acelerada
Después de todo, ¿qué es una relación sana? La respuesta parece obvia, pero quizás no lo sea para todos. Sabemos que una relación sana, ya sea romántica, familiar o de...