Aunque tengamos la intención de agradecer por las cosas más sencillas de la vida, no siempre es fácil actuar según ese deseo. Estudios científicos revelan una fuerte relación entre la gratitud y la felicidad: ser agradecido puede ayudar a disminuir la depresión, mejorar el bienestar general y reducir el estrés . Pero ¿cómo podemos sentir gratitud si no nos sentimos alineados con ese estado mental?
La gratitud es una práctica que requiere disciplina para enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones y liberar emociones tóxicas. Para lograrlo, necesitas entrenar tu mente; este entrenamiento puede comenzar contando las cosas por las que estás agradecido antes de dormir, con el objetivo de tener un día más feliz al despertar.
LA GRATITUD ES SIEMPRE LA EMOCIÓN CORRECTA .
Varios estudios médicos han confirmado que una práctica continua de gratitud puede ayudar a liberar la mente, eliminar la ansiedad, profundizar y hacer más lenta la respiración y relajar la tensión muscular.
Esta emoción puede llevarnos a un estado de calma y equilibrio, permitiéndonos sentir una conexión más profunda con nuestro corazón y sabiduría interior. Cuando estamos agradecidos, apreciamos todo y a todos. Ver el lado positivo de las cosas solo puede contribuir a nuestra salud mental. La gratitud siempre es la emoción adecuada para cualquier situación, ya que nos permite afrontar nuestra realidad con mayor aceptación, amor y paz.
GRATITUD Y RESILIENCIA
Cultivar la gratitud aumenta nuestra resiliencia, ayudando al cuerpo a aprender a recuperarse tras un evento que nos deja estresados. La mentalidad positiva que desarrolla la gratitud ayuda a prevenir la espiral descendente de pensamientos negativos y autodestructivos, brindándonos momentos de tranquilidad y agradecimiento. Esta resiliencia se profundiza y se arraiga a diario si elegimos agradecer todo lo que el Universo nos ofrece.
HAGA UNA MEDITACIÓN DE GRATITUD
En algunas tradiciones espirituales, las personas comienzan su día con un canto que expresa su profunda gratitud por las bendiciones que han recibido en sus vidas: expresan su gratitud a lo divino, a sus padres, a la Tierra o cualquier otra energía que ayude a que sus vidas prosperen.
Los beneficios de la meditación de gratitud incluyen una mayor sensación de bienestar, una menor incidencia de depresión y una mejor calidad del sueño. Existen varias meditaciones de este tipo disponibles en YouTube, algunas de las cuales incluyen ritmos binaurales (ondas sonoras que ralentizan la actividad cerebral), lo que ayuda a invocar una actitud de gratitud. También puedes meditar en silencio sobre tu chakra del corazón, reflexionando sobre todas las cosas maravillosas de tu vida.
GRACIAS VERBALMENTE
En el mundo moderno, decir "gracias" se ha vuelto un proceso automatizado. Estas palabras cobran mucha más fuerza cuando nos centramos en el presente y reflexionamos sobre la gratitud que sentimos al decirlas. El propósito de agradecer verbalmente a alguien es recompensarte a ti mismo y a esa persona simultáneamente. El efecto positivo de recibir agradecimiento/reconocimiento es el mismo que el de expresarlo.
Ofrecer palabras escritas que expresen tu gratitud a quienes te rodean también puede ser muy gratificante. Escríbeles una carta de agradecimiento para que conserven tus sentimientos por siempre.
DESARROLLA TU EMPATÍA POR LOS DEMÁS
Cuando dejamos ir nuestras narrativas internas sobre cómo deberían haber sucedido las cosas, se produce una liberación que nos permite apreciar todo lo que nos rodea en su verdadera belleza. La empatía que sentimos por los demás nos permite despertar una gratitud mucho más profunda y significativa.
RECUERDA QUE TODO ES CUESTIÓN DE PERSPECTIVA
Si te cuesta pensar en algo por lo que estar agradecido, intenta ponerte en el lugar de alguien que esté pasando por situaciones más complicadas y desafiantes que tú. Este cambio de perspectiva te inspirará automáticamente a agradecer las condiciones que la vida te ha dado y que te permiten vivir tu día a día con mayor facilidad.
Aprende a ser agradecido con el mundo y con la vida, pero sobre todo contigo mismo. La gratitud no siempre tiene que centrarse en lo que otros han hecho por ti. Asegúrate de expresarte gratitud por los hábitos saludables que has cultivado. Practica esta actitud a diario y conviértela en un hábito consciente. Después de todo, los grandes cambios pueden surgir de pequeños gestos.