Si tu piel puede ser más sensible que la de un bebé, con enrojecimiento e inflamación, entonces (definitivamente) necesitas seguir leyendo este artículo.
Desafortunadamente, la contaminación a la que estamos expuestos y los malos hábitos que aún vemos arraigados en nuestras rutinas están debilitando seriamente nuestro cabello y piel. Dicho esto, y porque en situaciones como estas podemos confiar en productos de belleza con ingredientes verdaderamente excepcionales, es importante recordar que el primer paso es usar ingredientes con un perfil lipídico similar al de nuestra piel: la manteca, los aceites vegetales, el agua de mar y los minerales son esenciales para el cuidado de la piel sensible, ya que aportan grandes cantidades de oligoelementos que eventualmente desaparecen durante episodios de eczema y descamación.
Factores nocivos
Los expertos afirman que ciertos factores pueden afectar la salud de nuestra piel, como el calor, el té, el café, el alcohol, las comidas picantes, así como los lácteos, el chocolate y el gluten. Por lo tanto, es fundamental anotar lo que comemos a diario en un cuaderno para poder comprender e identificar qué desencadena los problemas de la piel.
Y si tener la piel muy delicada y sensible puede ser un problema, cualquier irritación adicional solo empeorará las cosas. Algunos exfoliantes pueden irritar aún más la piel, por eso es importante limpiarla adecuadamente con una máquina específica para eliminar todas las impurezas de forma permanente. Después, deberías empezar a usar a diario una crema hidratante y reparadora para ayudar a combatir y reducir esta sensibilidad.
¿Cómo calmar los síntomas?
Por mucho que cuidemos nuestros cosméticos, nuestra rutina de cuidado facial o nuestra dieta, la piel sensible sufre, en la gran mayoría de los casos, sin motivo aparente. Por lo tanto, en este caso, lo que debemos hacer es usar agua fría y un paño suave para limpiarnos el rostro y luego aplicar una compresa fría para reducir el calor. Un buen truco es usar té verde descafeinado en lugar de agua. Finalmente, cuando sintamos que nuestra piel se ha calmado, podemos usar aceite de aloe vera o una crema ligera con hidrocortisona para reducir el enrojecimiento.