Surgió de la mente de los creadores de la desintoxicación y se ha convertido en una tendencia dietética cada vez más extendida. La alimentación limpia ha sido un tema recurrente en los medios de comunicación de todo el mundo en los últimos años.
Las principales pautas de este método dictan que nuestra dieta debe basarse únicamente en el consumo de alimentos orgánicos y no procesados, evitando, siempre que sea posible, los azúcares añadidos (eligiendo sustitutos naturales para endulzar), consumiendo grasas saludables, bebiendo agua y cocinando mediante técnicas tradicionales no agresivas.
Dado que este concepto refleja fielmente la alimentación tradicional, la alimentación limpia propone una limpieza del cuerpo, eliminando todos los alimentos procesados. La cuestión fundamental que este estilo de alimentación considera es el recorrido que han hecho los alimentos para llegar a nosotros.
Este patrón dietético, centrado en alimentos frescos e integrales, proporciona un estilo de vida fácil y agradable, siempre que se sigan las pautas generales, buscando siempre los máximos beneficios nutricionales.
¿Por dónde empezar?
Así que, si queremos adoptar este nuevo concepto en nuestras vidas, deberíamos empezar por comer más verduras y frutas. Ricos en fibra, vitaminas, compuestos vegetales y minerales que ayudan a combatir la inflamación y a proteger las células del daño externo, estos alimentos se asocian con un menor riesgo de diversas enfermedades cardíacas. Dado que se pueden comer mayormente crudas, las frutas y verduras son las mejores opciones.
Elegir productos orgánicos puede ayudarnos a tener una dieta más sana. Para incorporar más frutas y verduras, podemos empezar por darle más color a nuestras ensaladas, incluyendo tres verduras diferentes y añadiendo manzana picada o rodajas de naranja a nuestros platos favoritos.
Al eliminar los alimentos procesados (que son lo opuesto al estilo de vida saludable que buscamos, ya que han sido modificados de su estado natural), estos han perdido la mayoría de sus nutrientes. Para seguir una alimentación limpia , es importante saber leer las etiquetas para asegurarse de que no contengan conservantes, azúcares añadidos ni grasas nocivas; evitar los aceites vegetales altamente procesados y optar por el aceite de oliva; y evitar el azúcar añadido en cualquier forma.
Se trata de un tipo de dieta que representa una forma de comer que no sólo mejora nuestra salud sino que también nos ayuda a apreciar los sabores naturales de los alimentos, además de apoyar la agricultura sostenible y las prácticas alimentarias respetuosas con el medio ambiente.
