Así como nos esforzamos por tener una dieta más sana y equilibrada, y al mismo tiempo cuidar el medio ambiente, también es importante tener en cuenta los productos que aplicamos en nuestro cuerpo y que llevamos a nuestros hogares.
Hacer que tus hábitos de compra sean más ecológicos no tiene por qué ser un reto olímpico. Evitar la moda rápida e invertir en ropa que dure varias temporadas es un buen primer paso.
Mantente al día con nuestras sugerencias para que tus hábitos de compra sean cada vez más ecológicos.
1. Compre menos y mejor.
Incluso la ropa más sostenible consume recursos y siempre tiene costos de transporte para llegar a casa, lo que genera un impacto ambiental. La raíz del problema reside en nuestro consumismo excesivo (¿de verdad necesitamos diez pares de vaqueros ?). Solemos pensar que comprar ropa nueva nos hará felices, pero quizás deberíamos reconsiderar los principios que sustentan nuestro estilo de vida.
Al mismo tiempo, como la ropa se ha vuelto tan asequible, ya no nos preocupamos tanto por su calidad, lo que nos lleva a comprar ropa nueva cuando la que tenemos pierde su forma o se vuelve menos bonita y atractiva.
Si dejamos de comprar artículos de baja calidad, las marcas pueden mejorar la calidad de sus productos. Esto aumentará su durabilidad, lo cual beneficia tanto a nuestro bolsillo como al medio ambiente.
2. Compre según la temporada.
Comprar alimentos de temporada significa que es más probable que consumamos alimentos cultivados localmente y sin OMG. Y como todos coincidimos en que los melocotones más jugosos están en junio y julio, y las manzanas más crujientes en septiembre y octubre, ¿por qué no empezar a comprar productos de temporada?
3. Reutilizar y reducir residuos.
En cuanto al reciclaje, no se trata solo de enfatizar la separación del cartón y el plástico. Además de reciclar, podemos y debemos reutilizar, por ejemplo, nuestras botellas de agua, usar servilletas de tela en lugar de papel y pilas recargables, entre muchos otros gestos sencillos. Todos estos comportamientos, aunque aparentemente simbólicos, pueden marcar una gran diferencia.
4. Tenga siempre a mano bolsas reutilizables.
Lleva siempre algunas bolsas de tela reutilizables en la cartera o en el coche. Así, si necesitas ir al supermercado, no tendrás que comprar las típicas bolsas de plástico que venden allí.
5. Compre artículos de marcas sostenibles.
Cada vez más marcas de moda tienen en cuenta el impacto ambiental y social de su producción.
Aunque la oferta aún es limitada –es más fácil y económico ir al centro comercial más cercano a armar tu armario–, lo cierto es que cuanto más nos empeñemos en llevar ropa sostenible, más estará a nuestro alcance (hace unos años, también era difícil encontrar alimentos orgánicos a la venta en los supermercados; hoy, están disponibles en la mayoría de los espacios comerciales).
Si bien las marcas de moda rápida pueden ser más asequibles que las marcas ecológicas, la realidad es que, en términos de rentabilidad, los productos sostenibles no necesariamente cuestan más que otros productos, por los que pagamos precios muy altos considerando su calidad y durabilidad.
Sé selectivo con tus compras y evita las compras impulsivas. Opta por piezas atemporales y compra solo lo que realmente te gusta.