Aparentemente, vamos por buen camino en materia de sostenibilidad. Las alternativas ecológicas aumentan rápidamente, y prácticamente a diario surge algo nuevo que nos ayudará a avanzar en esa dirección. Sin embargo, a pesar de que se habla mucho de los problemas relacionados con el plástico, lo cierto es que hay otro material cuyo impacto se ha pasado por alto: el algodón.
Usados frecuentemente en nuestras rutinas de belleza, los discos de algodón para desmaquillar causan más daño ambiental del que imaginamos. El cultivo de esta fibra, especialmente el algodón no orgánico, tiene un impacto muy negativo en la Madre Tierra. Esto se debe a que los químicos utilizados contaminan los ríos y afectan significativamente nuestros ecosistemas, afectando incluso a la fauna local. La cantidad de agua utilizada en la producción convencional de algodón también es alarmante, especialmente en la industria textil, donde producir una sola pieza puede requerir 20.000 litros de agua. Precisamente por eso, la producción y el uso de algodón orgánico son fundamentales, ya que no reducen completamente su impacto nocivo, pero sí lo reducen considerablemente.
Por eso es importante repensar nuestros hábitos y ser más conscientes con el medio ambiente. Deberíamos reconsiderar el uso de discos de algodón para desmaquillarnos, así como toda la rutina de cuidado facial que forma parte de nuestra rutina nocturna (si te maquillas a diario, sabes de qué hablamos). Maquillarse no solo implica hidratar el rostro; también implica un proceso de limpieza completo que puede ser perjudicial para el bienestar de nuestro planeta. Y todo esto se debe a la enorme cantidad de discos, toallitas y pañuelos que desperdiciamos cada noche.
El cultivo del algodón es considerado uno de los más contaminantes del mundo, debido al intenso uso de insecticidas, los productos químicos más peligrosos para la salud humana y animal.
Acerca de las almohadillas de algodón convencionales:
Los conocemos bien y sabemos que, al usarlos, se acumulan uno tras otro hasta el cubo de basura más cercano. Normalmente, los encontramos en cualquier supermercado, en envases de plástico, y a un precio asequible. Su mayor inconveniente es el impacto negativo que su producción tiene en el medio ambiente, lo que se traduce en un consumo excesivo de agua y el uso de productos químicos que perjudican la naturaleza y a quienes trabajan en ella.
Acerca de las almohadillas de algodón orgánico:
Algunos de estos productos se venden en envases de papel, lo cual es una ventaja en sí mismo, ya que reduce el uso de plástico. A diferencia de la opción desechable tradicional, esta versión se puede reutilizar lavándola después de cada uso. De hecho, en cuanto a su producción agrícola, podemos decir que es una opción más sostenible. Sin embargo, el argumento en contra surge de la necesidad de lavar, ya que cada vez que intentamos reutilizar una compresa, desperdiciamos un recurso fundamental: el agua.
¿Cual es la mejor opción?
La sostenibilidad no es fundamentalismo. Los discos de algodón reutilizables siempre son mejores que los desechables. Sin embargo, la mejor opción es combinar ambos. Así, reducirás tu consumo y tu impacto ambiental. Usar siempre la opción orgánica puede no ser la más práctica, sobre todo cuando llevamos vidas ajetreadas y solo necesitamos una rutina de limpieza rápida que no nos lleve mucho tiempo. Equilibra tus opciones y reduce tu huella ecológica con pequeños gestos.