Seleccionar alimentos saludables para el cuerpo y la mente puede ser un verdadero desafío. Esto se debe a que, hoy en día, muchas grandes superficies se centran en vender sus productos, ya sean saludables o no. En un mundo ideal, todos los alimentos contendrían los nutrientes necesarios para mantener el equilibrio perfecto en nuestro cuerpo. Como esto no es así, presentamos los 6 errores más comunes que solemos cometer al comprar alimentos.
1. Confundir alimentos sin gluten con algo saludable.
Para la mayoría de las personas, el tema del gluten aún plantea algunas preguntas. Pero el gluten no es más que una proteína simple presente en diversos tipos de cereales, como el trigo, el centeno y la cebada. Esta es la sustancia que le da al pan su textura. El gluten no es técnicamente perjudicial para la salud, a menos que la persona padezca celiaquía o alguna otra sensibilidad al gluten. Que la etiqueta del envase indique "sin gluten" no significa que sea saludable. Lo que ocurre es que muchos alimentos de supermercado están procesados y contienen más azúcar para intentar mejorar el sabor y la textura del producto. Así que preste mucha atención a este punto.
2. Barritas energéticas procesadas.
La mayoría de las barritas energéticas o de proteínas se disfrazan de barritas de chocolate. Como siempre estamos en movimiento, buscamos opciones de snacks más saludables, rápidos y fáciles de consumir después de entrenar. Hoy en día, encontrarás muchísimas barritas deliciosas en cualquier tienda de alimentos naturales. La clave está en ser extremadamente selectivo con tu selección. Primero, comprueba la cantidad de azúcar que contiene la barrita. Si la barrita tiene más de 12 gramos de azúcar por porción, déjala en el estante. Además, asegúrate de que no contenga edulcorantes artificiales como sucralosa, aspartamo, sacarina o rellenos aislados.
3. Jugo de frutas.
La fruta es saludable, así que el jugo de fruta también, ¿verdad? No, no necesariamente. La mayoría de los jugos de fruta no son más que agua azucarada. Muchas tiendas venden este producto cargado de azúcar. Y, por muy irreal que parezca, muchos jugos de fruta ni siquiera contienen 100 % jugo. El azúcar causa inflamación en el cuerpo y las células, que es la vía de casi todas las enfermedades. A menos que estén recién exprimidos, evita estos jugos.
4. Utilice néctar de agave como alternativa al azúcar.
En los últimos años, el agave se ha convertido en una alternativa popular al azúcar natural. Sin embargo, lo que la mayoría de la gente desconoce es que contiene una gran cantidad de fructosa (azúcar de la fruta). Aunque tiene un índice glucémico bajo, que mide sus efectos sobre el azúcar en sangre, nuevas investigaciones sugieren que el exceso de fructosa puede perjudicar la función hepática y aumentar la grasa abdominal. Entre las mejores alternativas naturales se encuentran la stevia, el fruto del monje y el néctar de coco. Todos los edulcorantes, naturales o no, deben usarse con moderación.
5. Productos orgánicos procesados.
Si es orgánico, entonces es saludable, ¿verdad? Este es otro de los mayores errores de salud que cometemos. Los alimentos orgánicos (cultivados sin el uso de químicos peligrosos, modificación genética ni irradiación) son mucho mejores que los alimentos convencionales, pero eso no significa que todos los productos etiquetados como orgánicos sean los más saludables. Por lo tanto, lo mejor es elegir alimentos de origen vegetal en lugar de aquellos elaborados en plantas, independientemente de si están etiquetados como orgánicos.
6. Evite las grasas.
Con todas las campañas publicitarias anti-grasa, muchas personas aún temen esta palabra. Lo cierto es que dos tercios de nuestro cerebro están compuestos de grasa, que se utiliza para producir neuronas. Los alimentos ricos en grasas buenas, como el omega-3, y aquellos ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales son antiinflamatorios que no solo protegen el cerebro de enfermedades, sino que también ayudan a potenciar las capacidades cognitivas, como la comprensión, el aprendizaje y la concentración. La grasa también es importante para mantener un cabello, una piel y unas uñas saludables. No debería verse como un enemigo, sino como un amigo. Las únicas grasas que se deben evitar a toda costa son las grasas trans, que se encuentran en los alimentos procesados. Buenas fuentes de grasas saludables incluyen los frutos secos, las castañas, el aceite de coco, el aguacate, el salmón salvaje o las yemas de huevo. Estas son las fuentes de grasa disponibles que se deben consumir semanalmente para mejorar el rendimiento y la salud cerebral.
Sí, adoptar hábitos saludables puede ser un poco confuso y, a menudo, difícil. Sin embargo, ya no tienes excusa para seguir cometiendo los mismos errores de compra. Toma decisiones más conscientes y cuídate, ¡porque tu cuerpo te lo agradecerá!